lunes, 5 de febrero de 2018

CASINO





     Nuestro ayuntamiento, en la actual legislatura fue, desde su inicio, algo parecido a un gran casino. No de aquellos situados en el centro del pueblo, en los que se reunían señores burgueses con grandes bigotes, a tomarse el coñac, leer el periódico o jugar una partida de dominó.

     No, en Alicante ha sido distinto. Los juegos y los jugadores. Primero probaron con el “tres en raya”, pero es verdaderamente difícil jugarlo cuando, quienes participan, no tienen claro que solo se puede ganar poniendo las tres fichas en la misma línea.

     Intentaron después distintos “juegos de azar” pero, como no jugaban todos, optaron por romper la baraja.

     El resultado de esta forma de entender el juego es tan claro como ya se ha visto. No se puede jugar, porque no hay compañero,  contrincante ni reglas ni ganas.

     Uno podría entender que, en esta situación, se creara un nivel de autocrítica tal como para conseguir un gobierno capaz de sustituir a quienes no son capaces de cumplir, pero, cómo hacerlo cuando lo que interesa a cada cual es su propio poder o el de “su” partido.

     Todo ello, sin considerar a quienes miran el espectáculo desde la barrera, los unos, que dicen poco y los otros, incapaces de reconocer abiertamente y sin paliativos que los golfos no tienen cabida en nuestra sociedad.

     Con todos estos ingredientes, el único juego viable que se me ocurre es, lamentablemente, “la ruleta rusa”.

jueves, 1 de febrero de 2018

¡CON UN HIJO ASÍ!



     Uno, que tiene mucho que agradecer a sus padres por haberle dado la oportunidad de acceder a cuantas oportunidades formativas se le han puesto al alcance, a veces se siente culpable por no haber aprovechado mejor el tiempo.

     Y no es cosa baladí. Tantos años de estudio y resulta que todavía no entiendo cómo es posible, por ejemplo, que los sistemas informáticos de la Hacienda Pública sean capaces de conocer, al céntimo, si tengo o no cuentas, si han generado intereses, si soy o no el único titular. ¿Por qué no me aplican amnistía fiscal?. Bueno, será porque para lo que tengo....

     No entiendo tampoco que, si voy a una especialidad del Hospital General de Alicante, tengo que recoger el informe en mano y llevarlo a otro especialista del Hospital de San Juan y si me atienden en éste, resulta que el médico de familia del ambulatorio no dispone de toda la información acerca de mi ficha médica. Y si hablamos de las listas de espera en especialidades o la demora en atención primaria, el resultado puede resultar catastrófico para el paciente. Sobre todo, cuando se dice que la mejor medicina es la preventiva.

     Tampoco entiendo lo que ocurre con la educación, tras no sé cuantas leyes con las que ningún político de las diferentes oposiciones habidas ha estado ni está de acuerdo. En tanto, no me consta que al personal educativo o a los padres se les haga una consulta, aunque el resultado sea, al igual que ocurre con el Consejo de Estado, “no vinculante”.

     Esa otra cosa extraña de la que se habla. La independencia de poderes legislativo, judicial, ejecutivo, de la que estoy oyendo  desde hace cuarenta años, al menos, resulta que ningún gobierno la ha resuelto, los jueces tampoco y el “muerto” se carga a los policías por obedecer a quienes les mandan.

     Sigo intentando averiguar cómo es posible que los bancos no devuelvan las inyecciones de dinero que se les ha hecho para evitar que se vayan al garete, mientras ejecutan hipotecas de quienes no han podido pagar porque fueron concedidas de manera engañosa por los mismos bancos.

     ¿Y los bancos, cajas…comprados con UN EURO?

     Supongo que podría seguir escribiendo acerca de todas las cosas que, por mi poca capacidad intelectual o por no aprovechar el tiempo debidamente, ignoro.

     ¡No sé que harían mis padres, si levantaran la cabeza! … ¡Con un hijo así!