sábado, 28 de julio de 2018

ABANDONO










         Si tuviera que visualizar la imagen del abandono, me bastaría con caminar por la Avda. de Niza, en la Playa de San Juan.

         La costosa inversión realizada en años anteriores con el dinero de nuestros impuestos ha dejado lugar, gracias a un mantenimiento nulo, a una triste realidad que, año tras año viene definiendo a las sucesivas corporaciones locales por un distintivo común: NO LES GUSTAN LOS JARDINES.

         A diario se pueden contemplar tramos de seto aplastados, vallas caídas o desaparecidas, arbustos secos… en fin, una muestra que no debería existir, salvo que se pretenda que los visitantes entiendan que nuestro grado de cultura y civilización es bastante precario. Y tal vez lo sea.

         Es evidente que hay desperfectos causados por vandalismo, por malas maniobras de aparcamiento, pero en manos del Ayuntamiento de Alicante está el que queden en situación de abandono o que se hagan las labores de mantenimiento, vigilancia y sanciones (si procede) para que lo que es patrimonio de todos sirva para lo que se creó, esparcimiento, contemplación de belleza, grato paseo.












sábado, 21 de julio de 2018

HABLANDO DE RELIGIÓN


Desde determinados sectores, generalmente pertenecientes o vinculados a partidos políticos, se viene insistiendo en la necesidad de separar de las aulas la enseñanza de la religión, de modo especial la católica.

Entiendo que quienes la consideran “el opio del pueblo “pretendan “ayudar” a los que se encuentran bajo el influjo de esta supuesta “droga”. Yo mismo dejaría de ser cristiano si estimara que es perjudicial para mi salud, pero, desde que lo soy y seguramente a consecuencia de esta “drogadicción” resulta que intento empatizar con los demás, soy menos intransigente con las faltas de otros y cada día me encuentro con que mis amigos me aprecian más. 

Más aún, resulta que entre las personas con quienes me relaciono las hay de diversas tendencias o ideas, tanto de carácter político como religioso o sexual y convivo perfectamente con todas ellas, sin ninguna clase de trauma para ninguna de las partes.

¿Se supone que debo ponerme un brazalete con algún distintivo para que reconozcan mi filiación religiosa o debo renunciar a ella porque otros opinen de distinta manera? Pues no lo he hecho ni lo pienso hacer. Si a los demás los trato como personas, respetándolos, con independencia de sus creencias, sus filias o sus fobias, espero de todos la reciprocidad.

Y lo hago, al menos, porque como ciudadano español, la Constitución en su artículo 14 dice expresamente:” los españoles son iguales ante la ley …” para, poco después, en su artículo 16 indicar: “se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto…”

¿A qué viene ese decidido interés por determinadas personas o grupos de presión para suprimir de las escuelas la enseñanza religiosa? ¿Acaso no es un hecho que nuestra sociedad tiene raíces cristianas? Por otra parte, según BOE A-2016-2714 en su preámbulo se dice, entre otras cosas: “…se garantiza a los alumnos musulmanes…el ejercicio del derecho a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados…”

Y, digo yo: ¿los españoles debemos soportar ser tratados con discriminación por nuestros propios políticos, cuando no discriminamos a quienes, por distintos motivos, vienen a establecerse en España?

Dejemos que cada cual piense o crea como le parezca oportuno y ocupémonos, cada uno, de respetar a los demás como nos gustaría ser respetado. 

El único aspecto en el que me gustaría se “drogaran” los demás, es en la sugerencia del Papa Francisco sobre el uso que se hace de las palabras: PERDÓN, PERMISO, POR FAVOR, GRACIAS.

Y, de paso, haré un esfuerzo por aplicarme, yo mismo, en el uso de éstas.

En cuanto a quienes tienen tanto interés en el tema de la religión y tan poco por resolver los problemas que afectan a la sociedad les diré que, si a las gallinas una de las cosas que más les molesta es que les toquen los huevos, a mí me pasa tres cuartos de lo mismo.

Vamos a ponernos de acuerdo en identificar ( si es que aún hay quien los ignora) los problemas de la sociedad , resolvámoslos y dejemos a cada cual con los derechos constitucionales que le corresponden, hasta que llegue el momento en que se decida que deben ser cambiados. Pero, eso sí, también constitucionalmente, no por gritar más o menos.

lunes, 2 de julio de 2018

VALLAS, POR DONDE VAYAS


            Recorriendo la ciudad, uno a veces se pregunta por tal o cual cosa advertida siempre en el mismo sitio, con apariencia de provisionalidad pero que, a la vista del tiempo que permanece, adquiere la solidez de lo definitivo aunque su propia naturaleza la conduzca, inexorablemente, a su destrucción.
        
            Unas simples vallas, en aparente estado de abandono, trasladan el color de su herrumbre a las losas de la Avda. de Niza, en la Playa de San Juan. Uno se pregunta. ¿desde cuando estarán? y uno repasa en su memoria y se responde: ¡Más de un año!

            Y uno, asombrado ante su propia respuesta, calla y murmura para sí: ¡siempre lo mismo!