jueves, 23 de mayo de 2013

¡VÁYASE VD. SR…..!






Hemos sido capaces de organizar una transición que fue tachada de ejemplar por lo que supuso de generosidad en cada una de las partes, al aceptar dejar de lado reivindicaciones propias, en aras de llegar a un consenso basado en lo que era lo más importante para todos: el bienestar y la paz social en todo el Estado Español.
            Aunque la paz social, afortunadamente, se ha venido manteniendo, no así la inicial generosidad de nuestros políticos quienes , obvidando el consenso o buscando resquicios en lo que ellos mismos habían acordado, han hecho tabla rasa en todo lo que han podido, olvidando que la Historia es ésa cosa con mayúsculas que detalla lo sucedido en el pasado y que puede ser perfectamente utilizable para evitar errores futuros. Muchos han preferido hacer uso de “historias”-así, con minúscula- para un interés espurio. Se ha blandido de manera continuada el nacionalismo, el fascismo, el izquierdismo, el patriotismo, cualquier “ismo” para tachar al uno de fascista, al otro de rojo, al otro de separatista, etc.etc. etc. Incluso los símbolos que cualquier país utiliza como representativo de su soberanía han sido utilizados aquí como arma arrojadiza  en contra o a favor de unas u otras opciones. Hemos sido entrenados para ser maestro en el “yo”, olvidando que, viviendo en sociedad, lo prudente es ser maestros en lo “nuestro”
            Ahora estamos en crisis y buena parte de los españoles no nos sentimos representados por nadie. Gobierno y oposición nos engañan ahora o nos han engañado antes, puesto que se presentaron como salvadores  del naufragio y únicamente han sido capaces de subir en la barca ellos y sus camarillas. Los demás nos acogemos a la generosidad de los salvavidas de la familia, amigos u ONG´s.
            “No se puede hacer otra cosa” es el mensaje desesperanzador de quien todo lo tiene y mira al horizonte para no ver que, por debajo de ésa línea, cientos, miles de personas y familias están demandando un cambio. Para mejorar, obviamente. Para ello hace falta generosidad y sentido común. Generosidad para ser solidario y sentido común para reconocer que no pueden existir tantas organizaciones, gobiernos, organismos, empresas, etc., que se nutran exclusivamente de los impuestos y que son la causa de la quiebra del Estado junto a la corrupción que se ha instalado en un sistema político que, no siendo el peor ,podría mejorarse.
            La estoicidad de los españoles es extraordinaria, pero ¿hasta cuándo?. ¿Esperaremos a dar soluciones creativas  como se ha hecho siempre, cuando corra la sangre? ¿No es bastante con las muertes que ha habido como consecuencia de los desahucios?.      Seguramente debe ser más importante para algunos   el mantener orden en las calles que sentarse con los demás a indagar en las soluciones para que no se trunque.
No esperamos ideas refulgentes, pero, en tanto que dejamos escapar a nuestros médicos, ingenieros, especialistas, a otros países en busca de una oportunidad de futuro, esperamos de nuestros dirigentes algo más que la  novedosa idea de “atraer especialistas a nuestro país” con que se descuelga una ministra .¿Para qué?, me pregunto. ¿Para darles lo que no se ha querido dar a nuestros jóvenes y les ha obligado al exilio, echando-además- en saco roto los cuantiosos gastos que se han utilizado en su formación, a costa de los contribuyentes?
            Necesitamos un cambio. Quizá deberíamos utilizar el slogan “¡Váyase Vd. Sr. González!” y, cambiando el apellido, esgrimirlo a todas horas frente a todos y cada uno de los que, teniendo posibilidad de aportar soluciones están sentados en su cómodo sillón, con la tranquilidad que da el tener la nevera llena en una casa que quizá ni siquiera tiene hipoteca porque  con algún generoso  promotor se hizo un trato ventajoso aunque, ¡por supuesto!, sin contraprestación alguna.

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