CONSERVANDO LA FE

         Los vecinos de la Calle Gonzalo Mengual, de Alicante, venimos reclamando al Ayuntamiento de Alicante, desde Mayo de 2012, la retirada de postes y cables situados sobre la acera  ubicados ente los números 3 y 7 de la misma y que fueron instalados “de manera provisional” en Mayo de 2004.

         Dicha reclamación, avalada por 132 firmas, así como por la Asociación de Vecinos del Pla y varios escritos del Sindic de Greugues ha sido objeto de intercambio de comunicaciones entre los vecinos y organismos citados, sin que haya habido ninguna actuación para la retirada de los citados postes.

         Por fin, con fecha 17 de Noviembre de 2014, la Concejala de Urbanismo se dirige al Sindic de Greugues poniendo en su conocimiento (sic) “ que se va a comunicar a la Concejalía de Atención Urbana para que procedan a la retirada de los postes y reposición de la acera”. Nada dice de los cables que cuelgan peligrosamente sobre la cabeza de los viandantes, pero se supone que entran en el lote.

         Uno, que – pese a la que está cayendo- todavía tiene fe, ha esperado inútilmente a Papá Noel, ha dejado que lleguen los Reyes Magos y ve que ni siquiera para alegrarnos las fiestas la Concejalía de Atención Urbana ha movido ficha. Los postes y los cables siguen allí, como si nada hubiera pasado.

         Era de esperar que, pese a que el Ayuntamiento de Alicante está inmovilizado por los asuntos judiciales, se hiciera algo por resolver el tema de los postes, máxime cuando parece que la hacienda municipal  tiene las arcas rebosantes, a tenor de las obras que se vienen realizando en la ciudad y de cuya utilidad caben serias dudas. Vana ilusión. La Concejalía de Atención Urbana ya viene demostrando su incapacidad para gestionar la limpieza de la ciudad. ¿Cómo esperar que dedicara su atención a una calle de un barrio?.

         No pierdo, sin embargo, la esperanza de que la acera quede libre, los viandantes exentos de golpes o tropezones y las personas con minusvalía puedan transitar por la acera libremente. No sé si esta corporación, aunque sea como regalo de despedida, será capaz de cumplir cuanto dijo al Sindic de Greugues por escrito, o serán, una vez más, sus palabras barridas por ese viento que les impide escuchar la voz de los ciudadanos, haciendo inútiles los esfuerzos de estos para llevar a cabo esa Participación Ciudadana que no es otra cosa, hasta hoy, que papel mojado.