miércoles, 9 de octubre de 2013

EL CAMINO A NINGUNA PARTE



            No pocas veces los gobiernos municipales trabajan por impulsos, sin planificación alguna. El resultado de esta absurda forma de actuar queda reflejado para la posteridad, no solo en documentos gráficos que revelan el escaso interés por llevar a cabo la administración de los bienes públicos, tal como le fue encomendada por los ciudadanos a través de las urnas, sino también en la incómoda presencia de la propia obra que, aunque muda, levanta su dedo acusador hacia quienes fueron sus artífices.

            Carece de todo sentido lógico iniciar una obra si no se dispone de toda la información, los permisos, el espacio, etc. para realizarla. Siguiendo la política, generalizada ya en la sociedad, del hecho consumado, se pone en marcha la maquinaria municipal y arrasa con cuanto se pone a su alcance, sin discriminación, o avanza, como en el caso presente hasta que el obstáculo impide el paso. El hecho de que se haya generado un gasto parece no importar nada, incluso a muchos ciudadanos, confundidos en la perversa idea de que "es dinero del ayuntamiento, de la diputación, de la ...." como si no hubiera salido de los impuestos que atenazan cada vez más nuestros bolsillos.

            Uno podría entender que el problema hubiera surgido por accidente, pero por las características del caso presente no parece ser así. No es la única carretera que no lleva a ninguna parte, de la misma manera que hay edificios sin uso, parques sin utilizar porque están en lugares inadecuados…Nada importa ante la peregrina idea de cualquier edil que esté dispuesto a demostrar sus cualidades de gestor. Si estuviéramos en el antiguo Egipto, estos serían los que construirían las pirámides, más no con el ánimo de meterse dentro y desaparecer…


           

2 comentarios:

  1. Llevaba tiempo sin leer tu blog y me encuentro un montón de entradas y un montón de fotos interesantes. Esta última es muy buena. ¿Será un reflejo del país? ¿"País a ninguna parte"?
    El otro día hablaba con un amigo de cómo los planes urbanísticos deberían tener planes de obsolescencia, es decir, qué hacer con las infraestructuras una vez están en desuso, pero no solo eso, planes de usos alternativos para cuando, como está pasando ahora, hay infraestructuras que dejan de utilizarse por falta de fondos o porque tenerlas activas es más caro que tenerlas paradas.
    La discusión venía por los aeropuertos que hemos construido y están muertos del asco…Castellón, Ciudad Real, Huesca…igual que se obligan a estudios de impacto ambiental, deberían existir planes de uso alternativo para prever situaciones como las que vivimos. Mi opinión es que mejor que se use, aunque no sea para lo que se creó, que no que se deje morir lentamente ante el espanto de los ciudadanos.
    En cualquier caso esto nunca evitará que algún iluminado decida dar permiso a una Eléctrica a que ponga un poste de la luz en medio de una vía, aunque esta no se use.
    Besos

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  2. Haciendo mención al aforismo me temo que, ahora mismo ,estamos en camino de no saber quienes somos y la brújula está averiada con lo que a saber a donde iremos a parar. No hay una conciencia clara por parte de los diversos timoneles del rumbo y, como están aburridos de la mar llana se dedican(porque siguen haciéndolo) a derrochar porque la crisis (¿qué crisis? se preguntan) no va con ellos. Podríamos dar un uso alternativo a los gobernantes, pero no habría suficientes plazas de barrendero

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