miércoles, 3 de junio de 2015

SIN REMEDIO

Las elecciones, con sus resultados, han puesto de manifiesto la disconformidad de buena parte de los ciudadanos con las actuaciones de los políticos. Obvio es decirlo, pero me refiero no a los "nuevos" que no han podido ejercer y a los que solo podemos imaginar en función de sus cambiantes manifestaciones. Me refiero a quienes ejerciendo no lo han hecho adecuadamente.

No se trata de exigir lo inexigible. Todo no se puede resolver a la vez y menos en un país como el nuestro, en el que la concepción que se tiene del Estado, de los Organismos Públicos es absolutamente de chiste, al entenderlos como entes ajenos, cuando son bienes propios de cada uno, mantenidos por quienes pagamos impuestos.

Esa desafección, conseguida a base de la falta de transparencia y el ejercicio de poder omnímodo, ha hecho que exista una enorme brecha cuya reparación debería ser una de las propuestas a plantear si queremos que, de forma radical, se acabe la corrupción.

Los resultados de las elecciones tienen varias lecturas. a)La de quienes entienden que son un ejercicio de democracia y, en su virtud, no existen más que vencedores;b)la de quienes admiten la derrota de sus propuestas, conscientes de que no están avaladas por sus actuaciones;c)la de quienes no admiten su derrota y recurren a las estadísticas en una especie de juego al "más que ayer, pero menos que mañana";d)la de quienes obteniendo unos resultados precarios pretenden, a toda costa, subir al podio de vencedores.

Unos y otros han errado en cuanto a su forma de plantear la cuestión final de las elecciones: quien debe gobernar.

Y se equivocan porque a los ciudadanos, mucho más que el QUIÉN vaa gobernar, nos interesa el CÓMO va a hacerlo. No queremos "desbancar" de su silla a unas siglas determinadas, por razón de su nombre.  Queremos que quienes pretendan ocuparla planteen propuestas sensatas, lógicas, para todos con independencia de su color político, asumibles, entendibles por los ciudadanos, etc.

Deben asumir que, como dice hoy mi calendario:" no importa dónde, cuándo ni por que;ten , en medio del error ya cometido la grandeza de decir: me equivoqué"

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