EL SÍNDROME DE DIÓGENES

En no pocas ocasiones los medios de comunicación ponen de manifiesto actuaciones de las autoridades para vaciar de basuras y otros objetos las viviendas de personas afectadas por el llamado Síndrome de Diógenes.

Normalmente estas situaciones son conocidas ya que las personas afectadas no hacen ningún esfuerzo por ocultar su "adicción", si es que se puede llamar así, puesto que cualquiera puede advertir por el olor o la visión de las materias acumuladas que allí ocurre algo raro.

Por los vericuetos de la ley, por la parsimonia de la burocracia o por la razón que sea, estos asuntos son de larga tramitación y quienes viven alrededor  deben soportar  molestias incontables pero que, al fin y al cabo, son ocasionadas por trastornos de la persona, incapaz de reconocer su problema.

Los contínuos descubrimientos de corrupción, fraude, etc.  que afectan a importantes personajes de partidos políticos ponen de manifiesto que sus protagonistas, a modo de quienes sufren el Síndrome de Diógenes, acumulan esta " basura económica" y tanto ellos como los partidos a los que están afiliados tienen graves dificultades en aceptar su dolencia.

Como en el caso de los que acumulan restos de materiales, a estos otros "basureros delincuentes" es, finalmente, la actuación de la autoridad la que se ocupa de la "limpieza" .

Lamentablemente estos delincuentes han contaminado, al contrario que los primeros, no solo su propio entorno, sino a toda la sociedad que sufre las consecuencias del mal y, en no pocas ocasiones se contagia al advertir que no toda la "basura" ha sido retirada y los "enfermos" viven perfectamente, aunque les haya sido prescrita la medicina de la cárcel, en cuyas instalaciones al parecer, no es tan mala la estancia para quien dispone de medios económicos para cubrirse las espaldas.