domingo, 6 de marzo de 2016

HABÍA UNA VEZ UN CIRCO...

Por si no tuviéramos bastante con el espectáculo del fútbol,  sus Señorías nos ofrecen a diario el espectáculo de su circo particular, en el que en lugar de trabajar todos para conseguir alegrarnos la vida, siquiera por un rato, se empeñan en competir por el puesto de Jefe de Pista.

Si aún fuera éso lo único,  casi se podría soportar, pero está cada uno tan convencido de que "lo suyo" es lo que conviene a todos, que son incapaces de organizar juntos "la función" .
Nosotros, como espectadores que pagamos entrada (y creo que bastante cara, por cierto), queremos ver un espectáculo entretenido en el que, demostrando cada uno sus propias habilidades, estén de acuerdo en ofrecernos la mejor representación del conjunto.

No queremos,  solo, que actúen los payasos. Pretendemos que haya equilibristas y que también los domadores puedan utilizar sus habilidades para que las fieras entiendan que no hay que devorar a nadie, sino convivir con todos.

Nos gustaría que  las diferencias que imposibilitan, por el momento, pasar la ITV de la concordia y el entendimiento, sean objeto de una profunda revisión en la que todas las  partes, engrasadas con el sentido común, lleguen a concienciarse de que deben viajar en la misma dirección y no cada una por su lado.

Bien está eso de "Spain is different" aplicado a los toros y la paella, que es lo que les va a los "guiris", pero recordemos que la cocina mediterránea es lo más adecuado para la alimentación equilibrada y mantener un nivel adecuado de colesterol. Así,  que dejémonos de guisos extraños y vayamos al grano. Que no estamos para menús raros .

Y bien está que nos riamos de nosotros mismos, porque la vida es dura, pero no seamos el hazmerreir de otros.

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