miércoles, 13 de febrero de 2013

EL PORTAVOZ




         Yo no sé a los demás qué les parece, pero tengo la impresión, cada vez que oigo hablar a los portavoces de las distintas fuerzas políticas, de que me están engañando. Puede que no todos, o puede que no en todo, pero lo que juraría es que no dicen toda la verdad.

         Visto lo cual, y siguiendo con mi habitual criterio de colaborar en todo aquello que me sea posible, dentro de mis limitaciones, propongo varias cuestiones:

a                    a)A partir de ahora, se instaura como himno oficial de los portavoces nuestra querida y afortunadamente recordada canción “Vamos a contar mentiras” .(El hecho de que algunos la aprendiéramos en campamentos del Frente de Juventudes no desvirtúa, en absoluto, su validez actual). Por si acaso, como recordatorio, ahí va su inicio:

Ahora que vamos despacio
ahora que vamos despacio
vamos a contar mentiras tralará
 vamos a contar mentiras tralará
 vamos a contar mentiras

Lo de dar el tono ya lo tengo más complicado, porque siempre he sido duro de oído.

      b) Por otra parte, hay una serie de postulados que conviene tener presentes, como son :
         “Las mentiras, por gordas que sean, siempre hay alguien que se las cree”
         “Si, cuando mientes, no miras a los ojos del otro puede que cuele”
         “Una mentira se convierte en verdad si eres el que manda”
         “En un debate, siempre es tu oponente el que miente”
“Cuando el barco hace aguas, los políticos se van a Telefónica”(adaptación libre de   proverbio) Esto no pega aquí ni con cola, pero ya que se me ha ocurrido, lo pongo.

He creído conveniente, además, el establecer, a modo de reclamo, una imagen más adecuada con la actividad que se desempeña, de manera que, con sólo un vistazo, ya sabe uno con quien está tratando.

Y eso es todo, por hoy.

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