NO ES NADA PERSONAL

Cuando uno lee en la prensa las declaraciones del Director General del Banco de Sabadell, quien afirma:" Tengo cierta sensación de pena por la antigua cúpula de la CAM" y llega hasta el final del artículo sin percibir ése mismo sentimiento por los defraudados clientes y trabajadores de la CAM, no puede evitar el que surja en su mente una frase famosa en las películas referidas a  la época de los gangsters de Chicago.

Según se explicitaba en la acción,  cuando la víctima ya tenía la absoluta certeza de que sus minutos estaban contados, a modo de consuelo, escuchaba las palabras de su ejecutor  que le decía :" No es nada personal, solo cuestión de negocios".

No voy a ser tan mal pensado como para suponer que el Director ha hecho sus declaraciones teniendo en cuenta aquéllo de :"cuando las barbas de tu vecino veas rapar, pon las tuyas a remojar", porque no le conozco de nada y, al contrario que otros, soy ferviente partidario de que se aplique lo de :"toda persona es inocente, mientras no se demuestre lo contrario".

Sí querría, sin embargo, poner en evidencia la absoluta inocencia de ésos clientes de la extinta CAM, quienes no digo yo que no pretendieran obtener más beneficio por sus inversiones (cosa lógica,  por otra parte) y eligieran operaciones de riesgo sin ser conscientes de éste, pero no habrían actuado así de haber conocido la realidad de unos balances y situación económica que ahora se ha revelado era fruto de actuaciones presuntamente delictivas.

Tampoco los  trabajadores de dicha entidad se habrían lanzado a comprar estos productos y vendérselos a sus propias familias, si hubieran sido conocedores de la presunta trama que , según parece, no tenía otro objeto que la presunta ocultación de la situación financiera de  la misma, al tiempo que sus presuntos autores se iban desligando de ella,  procurándose jugosas pensiones e indemnizaciones,  o pólizas de seguro que cubrieran la responsabilidad de sus actuaciones.

En lo que coincido plenamente con el Director General del Sabadell, es en su afirmación de que no están arrepentidos en absoluto de la compra de la CAM y que están muy satisfechos de la operación. Satisfacción que,  al parecer,  no evita un presunto trato inadecuado hacia los trabajadores, a tenor de lo reflejado en la entrevista.

En resúmen, me gustaría que no quedara todo en ése tópico de "la pela, es la pela"