Lamentablemente disponemos de muy pocos espacios naturales en estado virginal.
Ya se han encargado, concienzudamente por cierto, los especuladores y políticos corruptos, consintiendo y apoyando actuaciones que han arrasado bosques, secado o contaminado fuentes de agua o reventando montañas.
Como ocurre siempre, el mal se adelanta al bien aunque auxiliado, como no podría ser de otro modo, por la pasividad de esos ciudadanos que consideran que la cosa no va con ellos. Que consideran los bienes públicos como si fueran ajenos a la ciudadanía. "Eso es del Ayuntamiento" ,dicen, por ejemplo. Como si este subsistiera con un maná caído del cielo y no con nuestros impuestos.
En Alicante no podemos (ni debemos) distraernos si queremos conservar algo de lo poco que queda. Ya hay gamberros y salvajes que se preocupan de estropear las bellezas de la naturaleza con suma destreza, como se aprecia en la fotografía, tomada ayer, en la zona de Cabo Huertas.
Por si fuera poco, también algunos pescadores abandonan cajas de cebo, anzuelos, sedal o los restos de su almuerzo y otro tanto hacen algunos que acampan.
Será posible incluir en el sistema educativo una asignatura dedicada a amar el medio natural?
Será difícil, sin duda, a la vista de como unos seres humanos tratan a los otros.
Pero no pierdo la esperanza...
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