miércoles, 16 de diciembre de 2015

SALUD MENTAL INFANTIL





     Jamás he estudiado Psicología, Psiquiatría, ni nada por el estilo y no pretendo teorizar sobre estos temas ni dar lecciones a nadie, pero sí puedo dar una opinión, relacionada con ello, a raíz de las observaciones que, como yo, cualquier ciudadano puede realizar, sin necesidad de acudir a una clínica.

     Recientemente la prensa ha alertado acerca de la gran cantidad, que se incrementa cada año, de problemas de depresión y ansiedad que afectan a menores de 18 años. Desde el año 2009 a la actualidad ha supuesto que un 29%más de niños hayan necesitado ser atendidos en alguna de las Unidades de Salud Mental Infantil (once en la provincia de Alicante).

     Los especialistas advierten como posibles causas: la crisis económica, excesiva protección y escasa atención de los padres.

      Me atrevo a apuntar una más: el exceso de violencia en la sociedad. Que no se percibe solo cuando hay un ataque terrorista. Lamentablemente la televisión, que tanto puede hacer por la educación con su oferta de actitudes y modelos de comportamiento,  presenta un porcentaje considerable de violencia, la cual  se puede ver perfectamente, sin necesidad de salir de casa.

     Según estudios realizados, la violencia se presenta, la mayor parte de las veces, ejercida individualmente por adultos contra otros adultos o niños, también contra animales, en situaciones en las que, quien la ejerce, puede elegir entre actuar de forma violenta o no hacerlo y, en consecuencia, ofrece al espectador una imagen positiva de dicha violencia, como modelo a seguir para obtener los resultados que desea.

     Todo esto que, en apariencia, es pura teoría, cobra fuerza cuando uno ve con sus propios ojos como las personas adultas someten a los niños a la observación de actitudes poco ejemplarizantes, que podrían evitar fácilmente.

      No son pocos los dibujos animados que se emiten por televisión, con una carga considerable de violencia o  mala educación, o películas con escenas de gran carga de sexo explícito, en horario infantil. ¿Acaso se controla?

      Recientemente he visto la película francesa Papá o Mamá, en la que un matrimonio protagoniza de modo continuo escenas de violencia física y verbal de uno contra otro, así como contra los hijos, a los que maltratan sometiéndolos a situaciones penosas, con tal de no ejercer sobre ellos la custodia.Violencia, también contra un animal. 

     Entre el escaso público que asistíamos, había una niña de no más de diez años, acompañada de una mujer adulta.

     Lejos de ser ejemplar, la película era una muestra de todos los problemas sociales que integran lo que denominamos violencia de género, violencia machista, maltrato físico o psicológico, por lo que dudo que la niña fuera capaz de asimilar lo que vimos sin sufrir, al menos, confusión mental.

     Mucho es lo que queda por hacer en la educación de los niños aunque, quizá, deberíamos empezar por educar a los adultos que son, teóricamente, los que tienen capacidad para discernir.

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