miércoles, 30 de marzo de 2016

INSPECTORES





            Uno, que es curioso por naturaleza, camina por la ciudad y observa. La ciudad ya no es lo que era cuando uno era joven y había muchos espacios abiertos, muchas calles sin asfaltar y pocos mamotreto-edificios, porque eso de la especulación no había desarrollado su particular visión de la ética.
            Ahora la ciudad está casi asfaltada, y digo casi, porque al menos hay un trozo sin asfaltar en el barrio de El Pla, si mi memoria no me falla, en Calle Rio Amadorio. Seguro que habrá una explicación para ello y muy buena, pero todavía no he tenido la oportunidad de conocerla. Espero que no sea algo tan difícil como el, al parecer, imposible acuerdo entre los partidos a nivel nacional, para formar gobierno.
            La ciudad tiene muchas deficiencias cuya subsanación, con un poco de colaboración ciudadana y un bastante de aportación municipal, podrían quedar resueltas. No lo digo solo para que eso de “Alicante, guapa, guapa y guapa”  se hiciera realidad (que con algunos matices ya me gustaría, aunque no participe de las ideas de su promotora). También, porque la ciudad reúne los requisitos necesarios para ser una ciudad amable. Pero ya se sabe que, muchas veces, lo necesario no es, también, lo suficiente.
            El tema de la limpieza de Alicante deja mucho que desear. No voy a negar que hay un componente que tiene que ver con la actuación de los ciudadanos, que ignoran papeleras o dejan la basura en cualquier parte, o no tienen inconveniente en que su perro satisfaga sus necesidades fisiológicas (en la puerta del vecino, por supuesto, no en la propia).
            ¿Hace lo suficiente la empresa de limpieza? ¿Controla lo necesario el Ayuntamiento de Alicante?
            Permítanme que lo dude. Y no es una afirmación gratuita. Puedo probarlo en cualquier momento.
            Según fuentes municipales, el coste de los 7 inspectores de limpieza, que dicen que había, durante el año 2015 fue de 307.244,70 €, en el que se incluían 25.743,69 € en concepto de “productividad”. Esto supone alrededor de 29.321 € por inspector, al año, deducido el coste de la S. Social. No parece que sea un sueldo despreciable…
            ¿Cuáles son los cometidos de estos inspectores? ¿Qué se considera que es “limpieza”?.
            Seguramente son conceptos cuya definición es ardua. Tal vez por ello, cuando un ciudadano como yo, en uno de sus paseos encuentra un imbornal como el de la foto, en el que las malvas ponen su nota de verdor, debe preguntarse si el imbornal está sucio o si se trata de una nueva estrategia municipal para incrementar el número de zonas verdes.


           
           

2 comentarios:

  1. Deberian tomarse un poco mas de interes en la limpieza de la ciudad, tambien los que la ensucian.....Buen artículo.

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  2. Está claro, Miguel, pero si quien debe limpiar(y cobra por ello) no lo hace, hay quien lo toma como una "invitación" a ensuciar

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