Hace muchos años que aprendí dos cuestiones:
a) respeto
b) humildad
Bien claro tengo que hoy, para muchos , son ideas y conceptos trasnochados; que lo importante es ser prepotente y hacer valer, en cualquier momento y circunstancia, que uno es el mejor y, en función de eso, solo son válidas sus opciones.
Y estas ideas se refuerzan cada día cuando los telediarios me acercan no solo las figuras de nuestros politicos, sino sus manifestaciones. Ése convencimiento del "YO, YO Y NADIE MÁS QUE YO" me produce hasta retortijones y no descarto hasta alguna diarrea, no tan intensa por supuesto, como la diarrea verbal con que nos obsequian.
Jamás se me ha ocurrido iniciar una negociación bajo las premisas de que mi propuesta es la única que vale. Antes bien, he procurado ir con la mente abierta a la posibilidad de que el oponente (que no enemigo ni adversario) pudiera ofrecer ideas que yo no había considerado.
No es este el caso actual en el que vemos con asombro que nuestros( esto es un decir) líderes parten de la imposición de sus ideas, lo cual me acerca la imágen de una pelea de gallos, que se enzarzan a picotazos sin tener una razón lógica para hacerlo.
El uno quiere ser presidente, el otro vicepresidente (no merecen las mayúsculas) , otro no sé lo que quiere y aquél prefiere esperar. En fin, todo un MISTERIO.
Por si puedo contribuir a aclarar algo o poner ideas sobre la mesa, sugiero pedir el copy right a TVE del título de su serie "EL MINISTERIO DEL TIEMPO" y ello con objeto de crear el ministerio del mismo nombre con el objeto de estudiar en profundidad el coste de la pérdida de tiempo a que nos lleva esta situación y cómo se podría evitar en el futuro.
Personalmente, estoy dispuesto a dedicar al tema unos minutos de mi TIEMPO
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