miércoles, 24 de julio de 2019

CRÓNICA DE LA DESIDIA: EL CASTILLO DE SANTA BÁRBARA (XV)



     En el Monte Benacantil, a medio camino entre el Umbral de San Jordi y el Paseo del Cocinero Ramón Riquelme hay una zona bautizada como Jardín del Ángel, como indica una placa metálica que no es visible hasta que uno se adentra en ella.


     Una vez en el interior, algo más de la mitad del camino discurre sobre tarima para, seguidamente, hacerlo sobre amplios escalones de tierra que, en su día estaban cubiertos con gravilla y que están rematados con huella y contrahuella formada por bloques de piedra.

     Como tantas otras zonas ajardinadas, presenta un descuido importante, con arbustos que se han dejado crecer a su antojo, zonas despojadas de vegetación y grandes cantidades de hojarasca.

     Los visitantes incívicos han dejado su impronta en forma de botellas, plásticos, bolsas, papeles, etc. , que, habitualmente, se pueden ver durante días, debido a la poca frecuencia de la limpieza.

     El pavimento que hay antes de acceder a la zona está cubierto de tierra procedente de los arrastres de las lluvias que no se han retirado.

     Lo mejor de este jardín: la vista sobre toda la bahía y el Barrio

     Las fotografías han sido tomadas el 23 de julio actual, tras varias visitas a la zona.

     Se envía esta información al Concejal de Medio Ambiente y al Alcalde de Alicante, por si la desconocen.







Pavimento cubierto por tierras arrastre

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