DIARIO DE UNA AUSENCIA

OCTAVO DIA.-Hoy no he salido a la calle hasta las diez y media. He ido de compras y, al volver, he visto a S con su enorme perro y hemos comentado el escaso espacio que ha dedicado el periódico Información a reseñar lo acontecido en la Mesa Redonda sobre Políticos y Asesores. Pese a ello, ambos creemos que ha sido un éxito y podría ser motor de otras actuaciones. Porque algo hay que hacer para mover la sociedad.

Poco después saludo a Pedro y a P; esta última se muestra satisfecha, también, con el desarrollo de la Mesa Redonda.

Nueva salida de compras. Esta vez a por fruta y más tarde a por alcachofas, que hago al horno, como ya es habitual, excepto un par que preparo en rodajas, las salo levemente y frio en aceite de oliva hasta que quedan ligeramente crujientes. Estas y pollo asado serán la comida de hoy.

El telediario, como es habitual, habla más de muertes y de corrupción que de cosas agradables, que las hay, pero se ve que la sociedad necesita morbo y eso es lo que las televisiones se empeñan en proporcionar. Cuanto más mejor. En una ocasión leí a un autor que hizo un comentario muy interesante sobre la televisión. Algo así como que sería perfecta si existiera la posibilidad de que, cuando el espectador no quiere ver un programa y pulsa para ello un botón, se den cuenta los que la dirigen.

Sigo con los trabajos de inglés y el correo. Cada vez es más numeroso. Voy a tener que poner algún agujero para que caigan directamente los que no son de amigos o conocidos. Después escribo un poema de amor y los asuntos del día.

Voy a la iglesia de al lado. Así mañana tendré libre hasta la hora de la comida, que será con M y L. Una paella que, como todo lo que prepara L será exquisita.

Por la noche veo un documental sobre el Mago Dynamo, cuyos trucos son absolutamente sensacionales.

Cena y después, a la cama.

Hasta mañana, Que descanses.