La ciudad esta muda.
¿Por qué calláis? Sois esclavos
que por migajas suspiran
queriendo agradar a sus amos?
Miradlos, ¡mirad como ríen!
celebran que, al engañaros
haya otros que se fíen
y caigan, también, en sus manos.
Abrid las bocas cerradas,
lanzad las palabras al viento.
Que sieguen como guadañas
quebrando esos tallos, tan secos
que nada contienen ¡Nada!,
que siempre han estado huecos.
¿Qué teméis?¿Que no os escuchen?
¿Acaso lo decís en serio?
¡Gritadles pues, que se marchen!
Salid de ese cautiverio
con cadenas que os oprimen;
no dejéis que sus criterios
y los de quienes les son afines
ejerzan su magisterio.
No les dejéis que culminen
jerarcas de ése su gran imperio;
¡ Haced vibrar los clarines!
¡Lanzad, lanzad improperios
que , como semillas, germinen
haciendo brotar algo nuevo!
Pero , por favor, algo haced
por salir del cementerio.
En un comentario de otro escrito, aludía a que hay prosa tan buena que parece verso.
ResponderEliminarAhora me veo sorprendido (aunque, por venir de quien viene, no debiera) con que, utilizando la belleza del verso, dibujas muy bien ( como si de prosa se tratara ) la situación actual y el camino para salir de ella.
En otros momentos, me hubiera permitido proponerte que dieras le mayor difusión y, al mismo tiempo, prestigiaras una determinada revista, pero...... habrá que esperar para ver si salimos del cementerio.