sábado, 9 de diciembre de 2017

LA VIDA SIGUE IGUAL



     El año 1997, la Caja de Ahorros del Mediterráneo donó a la ciudad de Alicante un reloj solar, que se instaló en el Puerto de Alicante. 

     En Julio del 2011, la prensa local se hizo eco de la noticia relativa a su destrucción: F. J. B. El reloj de sol ubicado en el muelle de acceso a los restaurantes de la zona de levante del Puerto amaneció destrozado producto de un acto vandálico. El reloj ha quedado inservible, ya que uno de los brazos ha sido quebrado, por lo que no se puede registrar la hora solar, una de las más exactas en Europa, según han venido reconociendo expertos en esta materia

     En mayo de 2016, publicaba en este blog la entrada
http://alicanteciudadmuda.blogspot.com.es/2016/05/que-sera.html
en la que denunciaba que, pese al tiempo transcurrido, es decir, cinco años, la situación seguía igual.

     Lamentablemente, hoy 9 de diciembre de 2017, el mutilado reloj sigue mostrando a quienes pasan por su lado la imagen de la precariedad, la falta de interés de quienes ostentan el gobierno del Puerto y de la ciudad. No importa que el hecho ocurriera hace ya seis años. Importa que es un bien patrimonial de todos, pero, claro, es mucho más fácil para quienes ostentan el gobierno de la ciudad el ponerse de acuerdo en subirse el sueldo. 

     Para mayor vergüenza de nuestro Ayuntamiento, el reloj está diseñado por un ciudadano alicantino, vecino del Barrio del Pla, Don Juan Vicente Pérez Ortiz, quien el 22 de diciembre próximo, en un solemne acto que se celebrará en la Sede Universitaria de Av. Ramón y Cajal, de Alicante, tomará posesión como MIEMBRO NUMERARIO de la Academia de Ciencias, Ingeniería y Humanidades de Lanzarote.

     Pero ya sabemos desde hace mucho tiempo que “nadie es profeta en su tierra”
Cuando se instaló



En 2016, ya destrozado


Hoy 9 de diciembre de 2017

martes, 5 de diciembre de 2017

NADA HA CAMBIADO



     Uno podría caer en la tentación de creer que Alicante es una ciudad sucia por culpa de los ciudadanos incívicos que no tienen el menor reparo en tirar colillas al suelo, dejar que su perro defeque en cualquier parte o abandonar las basuras fuera de los contenedores.

     Y sería bastante acertada la creencia, si no fuera, también, porque los (i)responsables del servicio de limpieza de nuestro insigne ayuntamiento siguen atrincherados tras sus espléndidas mesas de despacho, ignorando los avisos de los ciudadanos y sin cumplir su deber de inspeccionar adecuadamente qué se limpia y cómo se hace.

     Un ejemplo, que solo es una pequeña muestra, es el de las rejillas de recogida de aguas pluviales (imbornales), de las que hoy traigo como ejemplo una, situada en el Barrio del Pla, de la que he controlado su situación en diferentes fechas de este año 2017.

     No está situada en un lugar recóndito, de difícil acceso, lejos de la mirada, que pudiera dificultar su observación.

     ¿Serviría de algo decir que, personalmente, he facilitado esta información a la Concejalía de Limpieza? 

10 de mayo de 2017

21 de octubre de 2017

3 de diciembre de 2017