Días atrás unos amigos
conversábamos sobre la actual situación social y surgió el tema de la ética.
Uno de nosotros afirmaba que la ética debe dejar de ser una “cuestión personal”
para pasar a ser una “cuestión social” y dada la imposibilidad (al menos en la
situación actual) de encontrar referentes sociales, lo único posible era que
los individuos cuyo comportamiento era ético fueran, por decirlo de algún modo,
“pegándose” a los que hubiera en su entorno de iguales características y
conseguir así formar grupos con comportamiento ético a los que imitar.
El principal problema es
llegar a acordar lo que es o no “ético”. Si nos atenemos a definiciones:
“Ética es la disciplina filosófica que estudia el bien
y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano”
“Conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran
el comportamiento humano en una comunidad”
Las informaciones que
recibimos de modo constante sobre el comportamiento de personas que,
presuntamente, de manera reiterada han estado actuando como corrompidos o
corruptores y han creado opinión en contra, vienen a definir lo que el resto
podemos entender como “ético”, que sería “un comportamiento distinto al de
ellos”.
El problema se suscita
cuando personas que se han definido de tal o cual adscripción política demuestran,
presuntamente, con su actitud que aun teniendo bien definidas las normas de
comportamiento, a pesar de que existen leyes que no dejan lugar a interpretaciones,
“pasan” olímpicamente de ellas y, como se suele decir, “hacen de su capa un
sayo”.
El panorama es muy amplio
en cuanto a personas que actúan de este modo. ¿Y el daño social que acarrean
pueden llevar a otros a imitarles porque “si este lo ha hecho, por qué yo no?”.
En apenas un año 1378
personas han sido enjuiciadas por delitos de corrupción y cada día tenemos
noticias de nuevos casos ya sea de corrupción como tal o de evasión de
impuestos o capitales. Desde hace años todo el “Clan Pujol” está a la espera de
actuaciones judiciales, apellidos como Fabra, Bárcenas, operaciones como
Púnica, Gurtel, Campeón y otros,también. Apellidos como Barden, Neymar, Messi…aparecen
como presuntos defraudadores
Hay, en fin, una amplia
gama de personas que, siendo referentes para otros, ofrecen una imagen totalmente
opuesta a lo que se podría considerar como “ético”
¿Significa eso, como
decía uno de mis amigos, “que la sociedad no tiene solución”?
Si nos remontamos a filósofos
antiguos podemos ver que los males de su sociedad vienen a ser los males de la
nuestra. Personalmente no tenemos capacidad para influir en el cambio de la
sociedad, pero eso no significa que no debamos intentarlo. Si somos incapaces
de soñar con la utopía de una sociedad perfecta renunciamos a valores que sí lo
son, aunque sean limitados sus poseedores. ¿Debemos renunciar al amor, la
amistad, la comunicación, la solidaridad, la honradez…solo por el hecho de que
estemos rodeados por quienes no los hacen suyos?
Podemos elegir entre ser
fieles a nosotros mismos y desechar las conductas destructivas o dejarnos
llevar por esa sociedad que solo admite la riqueza, sea cual sea; el poder, a
costa de lo que sea; el desarrollo, aunque destruya la Naturaleza; la
expansión, a costa de expulsar a otros…
Allá cada cual con su
conciencia
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