Te disputas mi voto con ahinco.
A mi puerta llamas sin reservas
y eres capaz de saltar y dar brincos
al pensar en el escaño que te espera.
Ayer, ni de reojo me mirabas.
Hoy, me abrazas y me observas
queriendo descubrir en mi mirada
el fervor que , a tu causa, se profesa.
Ah, necio! Hasta ayer me despreciabas.
Ahora, que se habla de voto y abstenciones
quieres que os vote a ti y tu partido
más, ni el ni tú soy mis preferidos.
Te diré cuales son mis intenciones;
pero hoy no...Mañana !!!!
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