Nuestros insignes gobernantes del tripartito de Alicante, quizá a la vista de los "logros" del PP, en una campaña llena de promesas que resultaron incumplidas a la hora de la verdad, han "envainado" las suyas en el asunto de Ikea y, para justificarse, lanzan (por si cuelan) diferentes afirmaciones que sólo pueden deberse , como bien expresa en Información Juan R.Gil, a que nos toman por tontos.
Yo no sé si nuestros mandatarios han hecho los deberes y tienen claro el coste social y económico que puede tener este asunto. Seguro que los de Ikea tienen muy claro su beneficio, porque de otro modo no estarían aguantando tanto.
Si se construye el macrocentro ( que es lo que quiere Ikea y a lo que en ningún momento ha renunciado) , sabemos si los puestos de trabajo que se crearán compensan los que se perderán con el cierre de los comercios de la ciudad que no podrán competir?
Sabemos de la "calidad "de los contratos que se crearán; contratos " basura", quizás?
Sabemos el coste social que supondrá la "desertización" de nuestros barrios por los cierres?
Los impuestos que paguen Ikea y el macrocentro compensarán los que se perderán en la ciudad?
Los beneficios de la actividad se quedarán en España o se "harán los suecos"?
Muchas preguntas en el aire y poca concreción en las respuestas. La importancia del asunto no es cosa baladí y los ciudadanos no entenderemos que se adopten decisiones, no ya contrarias a las firmes promesas electorales, sino sin haber meditado y sopesado bien las consecuencias.
No se trata de estar a favor o en contra de una u otra posición. Se trata de conocer bien la problemática que se genera, en función de la decisión. Y para Ikea puede que se trate, simplemente de " cuestión de negocios", pero creo que Alicante y sus ciudadanos nos jugamos mucho más.
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