Me llama la atención, por ejemplo, que incluso en épocas de muy escasas lluvias, la vegetación silvestre prolifere, en tanto que la plantada en los jardines languidece o muere. No solo eso, una planta silvestre no tiene inconveniente en brotar y crecer en una grieta del asfalto o en el bordillo de una acera.
A veces, la exhuberancia de la flora silvestre es tal que está en franca competencia con el jardín próximo.
Este es el caso de un solar situado en la Calle Gonzalo Mengual de Alicante, en su confluencia con la Calle Hermanos López de Osaba. Cierto es que este solar cuenta con un valor añadido; el que le proporcionan los sufridos canes que son llevados allí por sus dueños para que depositen los resultados de su digestión, cuyo abono, sin duda, debe ser una valiosa aportación de minerales.
Allí, en ese solar, un vegetal que tiene gran facilidad para enraizar es la malva. Tal es su buena disposición que, cuando un ser humano es enterrado, se suele decir "está criando malvas" .
Otra especie, que llega a alcanzar un tamaño considerable, con tronco bastante grueso, ha encontrado en este solar su sitio y dos ejemplares disfrutan de su estancia sin que el personal de la Concejalía de Limpieza se tome la molestia de quitarlos. Tal vez lo que se pretende es conseguir una explotación maderera rentable.
Esta información obra en poder de la Concejalía de Limpieza
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