Siguiendo con nuestro paseo por las distintas zonas del
Monte Benacantil y el Castillo de Santa Bárbara, por el Umbral de San Jordi accedemos
al Paseo Alto, que entronca en su parte inferior con el Paseo del cocinero
Ramón Riquelme, tras un largo recorrido por escalinatas y rampas con pendiente
del 20 por ciento.
También esta fachada del Umbral de San Jordi ha sido objeto de pintadas, aunque menos aparatosas que las de su otra fachada.
El Paseo Alto, bajando por su zona próxima al Umbral de San
Jordi, está rodeado, a su derecha, en parte, por un pedregal en el que hay arbustos
de poca talla, en no muy buen estado y diversas instalaciones con cables a flor
de tierra. Las escaleras están ocupadas, parcialmente, por tierra y piedras de
los taludes laterales
En su lado izquierdo hay unos muros de piedra de poca altura
que, en su mayor parte presentan graves daños.
Al
final de este tramo hay una tarima de madera con bancos, desde los que se puede
observar parte de la ciudad, mientras se descansa.
Siguen
una serie de rampas escalonadas, en uno de cuyos tramos hay vallas de protección
cuyo objeto se desconoce y que están allí desde hace mucho tiempo como se
deduce por su aspecto.
Las
fotografías han sido tomadas entre la segunda quincena de mayo y la actual.
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