CRISIS
Desde
hace muchos años, cuando oíamos hablar de crisis casi siempre estaba
relacionada con problemas de una determinada persona a causa del estrés, de
algún problema grave, etc.
Hoy
la afección es global, según dicen. El modo en que se está afrontando esta
situación es variado y está mostrando dos vertientes: la una admite que existe
la crisis y que le está afectando; la otra ha asumido la existencia de crisis y
, aunque no le afecta personalmente, actúa como si así ocurriera.
¿Se
hace lo suficiente a nivel global para superarla? No estoy muy seguro de ello. Tal
vez resulte conveniente pedir opiniones y confrontarlas por ver si de ellas se
extrae algo positivo.
En
estos días he asumido la función de recolector de ideas en este sentido. Entre
las personas que han querido expresarlas hay amas de casa, empresarios,
parados, funcionarios y jubilados. Han
sido tantas y tan variadas las propuestas que casi podrían adoptarse como
objetivos por cualquier partido si no fuera porque algunas supondrían perder
votos y eso-hoy por hoy- es materia tabú.
Estas
son las propuestas: Incrementar plantillas de personal en hospitales y juzgados.
Reducción
del impuesto que grava los combustibles.
Aumento
de los impuestos en bebidas alcohólicas y tabaco.
Establecer
precio mínimo garantizado para alimentos de primera necesidad.
Construir
geriátricos públicos y dotarlos del personal necesario.
Suspensión
de faustos y ágapes oficiales en inauguraciones.
Que
los políticos utilicen en sus desplazamientos transportes públicos.
Que
dietas y gastos de los políticos se asimilen a las de los funcionarios
públicos.
Que
la prestación de desempleo se reconvierta en seguro de trabajo remunerado; que las
empresas en crisis puedan optar en lugar de despedir a los trabajadores por pagarles
la diferencia entre su salario y la prestación a cargo del INEM.
Construcción
de grandes infraestructuras: ferrocarril, carreteras, canales…
Que
los representantes sindicales dejen de estar liberados o su salario no sea a
cargo de las empresas.
Anulación
de oficinas de representación que no sean de carácter nacional.
Reducción
drástica del número de asesores de los políticos.
Bases
de datos únicas para todo el sistema sanitario español.
Limpieza
de bosques para prevenir incendios.
Controladores
de animales domésticos.
Que
las ayudas a las Pymes se otorguen directamente por el ICO
Reducir
los trámites para las subastas de propiedades implicadas en narcotráfico.
Aplicar
medidas drásticas para penar la contaminación.
Incrementar
las acciones de formación y reciclaje de parados.
A
nivel personal podremos optar por dejar el coche aparcado y andar mas, reciclar
mas para reducir gastos y contaminación, reducir el nivel de calefacción ,
comparar los precios en diversos sitios para elegir el de mejor relación
calidad/precio… y tantas cuantas cosas se nos ocurran.
Yo,
de momento, aporto mi granito de arena en forma de estas propuestas que-por ser
de diversas fuentes – proporcionan distintos puntos de vista y, tal vez,
solución a alguno de los problemas generadores de la crisis.
Francisco L.Navarro Albert
(Este artículo fué publicado en Marzo de 2009 en el Boletín de la Asociación Jubicam )
¡¡Qué buena labor!!
ResponderEliminar¡¡Qué sorpresa al leer al final que la fecha de publicación del artículo!!
Aunque algunas de las propuestas habría que matizarlas y, en algunos casos, ampliarlas (me refiero al incremento del personal que, en mi opinión, debería hacerse extensivo a maestros y profesores), la mayoría, si se hubieran puesto en práctica en aquella fecha, estoy seguro que habrían contribuido a minimizar los efectos de “la pertinaz crisis” que padecemos.
Pienso que la sociedad civil, bien a nivel individual, o colectivo a través de asociaciones, organizaciones, etc. etc., debería pasar de la teoría a la práctica, a través del siguiente proceso: información, opinión, debate, asunción y puesta en práctica.
Estoy, como tú, absolutamente convencido de que hay otra forma de hacer las cosas. Cierto es que toda la información que recibimos está un pelín sesgada, pero ya que podemos opinar y debatir, solo falta asumirlo y poner en práctica
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