viernes, 16 de noviembre de 2012

Gente, bancos y políticos



Actualmente ( y espero que afortunadamente) estoy  jubilado. Durante muchos años trabajé en entidades financieras. Nunca olvidaré las normas más importantes que   me impartieron, cuando , por primera vez y sin conocimientos previos anteriores, inicié mi trabajo.
Había tres puntos que se consideraban imprescindibles y debían acompañar toda transacción : seguridad, rentabilidad, liquidez.
Traducido al lenguaje común: No se hace una operación de cuyo resultado no haya seguridad; se han de obtener beneficios y se debe poder recuperar el dinero prestado de inmediato.
Otras cuestiones importantes eran que nunca se prestaba   más del 80% del  valor  atribuido al bien adquirido en una tasación justa y real y que nunca el importe a devolver  mensualmente debía estar por encima de un porcentaje (creo recordar que el  40%) de  los ingresos del pagador en ése mismo período.
Haciendo caso omiso de estas normas elementales  y con un  desmedido afán por obtener beneficios , los banqueros cerraron los ojos y se embarcaron  en todo tipo de operaciones que  se tradujeran en resultados inmediatos para reflejar en sus balances anuales el éxito  y su escalada en el ranking de las finanzas.
La seguridad fue amordazada  por la rentabilidad del pelotazo y la liquidez era algo tan etéreo y tan lejano que no debía preocuparles porque ¡todo iba como la seda!.
Con estas premisas, se inducía a los clientes a que aceptaran créditos mayores que los realmente necesarios y muchos caían en la trampa porque  si  el mismo banco/caja  le ofrecía  más dinero ¿por qué no aceptarlo? ¿cómo iban a ir las cosas  mal? Pues el hecho es que vinieron y no mal, sino peor.
La politización de las cajas  derivó en préstamos absurdos y ruinosos  a gobiernos locales y autonómicos para construir instalaciones absurdas e innecesarias, pirámides que dejaran para la historia la huella de los modernos faraones.
Ahora nos encontramos con que la banca está arruinada; sus dirigentes, tanto los que están como los que se han ido por la puerta trasera, han ingresado pingües beneficios en sus cuentas personales a cuenta de los presuntos beneficios obtenidos por sus bancos/cajas  durante el período en que los han gestionado. Ahora, que se descubre la ineficacia, cuando no la actuación dolosa en su gestión, ¿esperará alguien que devuelvan todo ése dinero?
No caerá esa breva. El hecho lamentable es que nuestros dirigentes políticos se han esmerado en que las pérdidas de estas actuaciones catastróficas sean socializadas, sin empeño alguno en recuperar  lo que fue ( no creo que deba usar otro adjetivo) robado.
Y todos (todos ellos, claro) tan contentos. Mientras  , no hay dinero para obras públicas, ni investigación, ni sanidad, ni… La reducción del consumo interno se agrava porque nuestros políticos no se ocupan de generar confianza buscando soluciones juntos, sino de confrontar sus diferencias, tan insalvables al parecer que prefieren  arrastrarnos junto a ellos al abismo del subdesarrollo para luego ejercer de salvadores.
Bueno, pese a ellos saldremos adelante, porque somos más los que queremos ir hacia adelante, aunque muchos se han acostumbrado a callar y sólo abran la boca delante de la taza de café, incapaces de hacer algo más , aunque sólo sea para demostrar que no son idiotas y que saben lo que está pasando.

2 comentarios:

  1. Es curioso. El diccionario de la RAE da las siguientes definiciones de IDIOTA:
    - Engreido sin fundamento para ello
    - Tonto, corto de entendimiento
    - Que carece de toda instrucción

    ¿Recordamos cómo "hemos" presumido de las grandes obras faraonicas? ¿Recordamos cuantas veces hemos reclamado que en nuestro terruño se hiciera igual que en de al lado, cuando veíamos que se hacía este palacio de congresos o aquel auditorio?
    ¿Recordamos cuantas veces hemos visto en jovenes sin casi instrucción, vanagloriarse de haber adquirido aquel coche, o aquella casa y de menospreciar a quien, por estudiar, carecía de todo lo que ellos podían alardear?
    Aunque ahora abran la boca delante de la taza del café, siguen siendo IDIOTAS si no hacen más que eso.

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    1. ...así es. Resulta lamentable que la mala acción de unos, la sumisión de otros, la omisión de otros tantos hayan llevado a que estemos retrocediendo a pasos agigantados; mientras no se recupere el interés ,al menos para intentar hacer las cosas bien, no habrá posibilidad de salir del agujero y cada vez será más profundo. Para gloria de unos cuantos...

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