viernes, 14 de febrero de 2014

ALCACHOFAS AL HORNO



    Un plato muy sencillo de preparar y económico que, además, es saludable, se puede preparar con pocas habilidades culinarias (las mías son así) y, con ello cubrir parte de las necesidades alimenticias.

    Se trata de alcachofas al horno. Normalmente las cocino cuando es su temporada, lo que garantiza que la calidad del fruto es adecuada, si bien conviene siempre escogerlas antes de final de temporada, pues están menos tiernas y el pelillo de su interior algo duro,  las hace menos sabrosas.
    El procedimiento es sencillo: se toman las alcachofas y se corta el pie, reservándolo. Seguidamente se toman con la mano por la parte cortada y se golpean por la punta, de manera que se abran las hojas, al objeto de poder condimentarlas adecuadamente.
    Se toma el pie y se quita la corteza, mediante cortes longitudinales, de manera que quede libre la médula, de color blanco.
    Se disponen en la bandeja del horno junto con las médulas, sobre un papel de hornear, para evitar que la bandeja se manche. Se rocía aceite de oliva en su interior, generosamente, así como sal al gusto de cada uno. Se rocían, igualmente, con aceite y sal, las médulas .
    Se colocan en la parte media del horno, con calor arriba y abajo y a una temperatura de 150 grados durante hora y media. Pasado este tiempo se observan y, si es preciso, se dejan durante unos minutos más, hasta que las alcachofas adquieran un color marrón oscuro y  las puntas de las hojas exteriores  estén crujientes.
    Se dejan enfriar y se pueden consumir durante varios días, conservándolas en la zona baja del frigorífico.
Para su consumo se calientan un par de minutos en el microondas y ¡ya está!. Tenemos un excelente plato de cocina mediterránea.











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