martes, 29 de abril de 2014

JUEGOS DE GUERRA



      Mientras nuestros políticos se rinden ante los cantos de sirena y los sustanciosos cheques de las multinacionales de la energía, nuestra dependencia en este campo de países no muy fiables, como Rusia o Argelia, nos coloca en una delicada situación en el caso de que, por h o por b, alguno de ellos decida "cerrar el grifo" o poner unos precios al gas que lo conviertan en un lastre para la economía.  Otro tanto sucede con el petróleo, pese a que las posibilidades de obtener energía alternativa en nuestro país son superiores, con creces, al del resto de los demás componentes de la Unión Europea quienes no tienen problema en aprovecharla incluso con la aportación de empresas españolas que han alcanzado un nivel técnico y experiencia  considerables en ese sector. 

La actual crisis de Ucrania ha hecho aflorar la posibilidad de que el Sr. Putin ponga en marcha la amenaza del corte de suministro de gas, lo cual tiene atados de pies y manos a la Unión Europea, impidiéndole hacer efectivos medios de disuasión que convenzan al gobierno ruso de la necesidad de no generar tensiones que lleven a perturbar la paz en el continente, cosa que no parece importar mucho a este, ansioso por recuperar el poderío que tuvo la extinta Unión Soviética,  mermado por las sucesivas deserciones de las regiones que quisieron ser independientes.

Como en casos anteriores ha ocurrido en otros países de su entorno, en Ucrania han sido los políticos los encargados de hacer aflorar rivalidades y odios entre gentes que convivían sin grandes problemas hasta que se les inyectó el veneno de sus diferencias y superioridades.  Como un reguero de pólvora,  uno u otro bando se han sentido inflamados por el afán de poder, ignorantes de que en un enfrentamiento siempre hay daños y que en una guerra todos son  víctimas, especialmente los más débiles y ajenos al conflicto.

         Mientras, el Sr. Obama, "nuestro amigo americano", aprovechando que su país está bien lejos, pretende involucrarnos en sus políticas de sanciones y nos echa en cara el que seamos poco enérgicos a la hora de enfrentarnos a Rusia. Esa lejanía y su independencia con relación a las fuentes energéticas  le permiten alzar la voz  con la seguridad de que, en todo caso, si llegara lo inevitable, la Organización del Tratado del Atlántico Norte es un buen escudo que parará el primer golpe y dificultará el que EEUU sufra daños.

Así las cosas, nuestros políticos, lejos de sopesar los pros y contras de las energías alternativas, fijan todo su interés en convencernos de lo caras que resultan estas instalaciones, obviando que a largo plazo son mucho más rentables por ser menos contaminantes que el petróleo,  el carbón y no digamos la energía nuclear con unos ciclos de vida de los desechos que pueden durar cientos de años,  generando un peligro potencial enorme por la posibilidad de contaminación,  al ser de difícil almacenaje.

Pero ellos, los políticos,  seguros de encontrar un asiento en los consejos de administración de petroleras y eléctricas, faltos de todo sentido ético ,solo absortos en  sus intereses personales no contemplan un futuro mayor que el de sus propias vidas, poniendo en peligro, sin dudarlo, también las vidas de sus descendientes y, por tanto, ¿puede extrañarnos,  acaso, que les importen un rábano las nuestras?

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, por eso pienso que lo que el Sr. Obama quiso decir es "poco energéticos". Si así fuera, tiene toda la razón, sobre todo en lo que se refiere a nuestro pais, que no sabe aprovechar una fuente de energía que todos los días está sobre nuestras cabezas.
    Como bien dices, si no se hubiera permitido el que eléctricas y multinacionales con intereses en el petroleo y el uranio, pusieran coto a las energías alternativas, sobre todo la fotovoltaica, ahora nos importaría un ardite cualquier intento de chantaje energético.

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    Respuestas
    1. Resulta muy difícil que quien está comiendo de la mano de su amo la muerda.
      Hace falta ponerse a régimen y re-aprender a vivir de acuerdo con otros parámetros. Si lo miras friamente, las cigalas y el caviar, al final acabarán con la salud del que las toma todos los días y luego se irá a la tumba, si es que hay quien pague el entierro, con las manos vacías.
      El cambio solo exige(y no es poco) voluntad, pero es más fácil hacerlo desde abajo que desde arriba, porque el que mucho tiene no quiere prescindir de nada.Del que tiene poco cabe esperar que se conforme con el servicio a los demás.

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