Se atribuye a Felipe V el origen de la frase “ a rey
muerto, rey puesto” y uno esperaba que nuestro gobierno municipal de
Alicante la adaptara como consigna en su Área de Jardinería, de tal manera que
cada árbol que desaparece de sus calles fuera sustituido por otro.
Más no es así, lamentablemente. Lo que al parecer se
ha consolidado como costumbre es dejar los alcorques vacíos, sin importar las
consecuencias que puedan derivarse de su potencial peligro. No siempre ha sido así,
afortunadamente. Hay alcorques, incluso con árbol, que conservan, de una forma
u otra, un cierto grado de protección.
Aprovechando uno de mis paseos por la Playa de San
Juan, en el recorrido por las Avenidas de Costa Blanca, Santander, Bruselas,
San Sebastián y Benidorm, he podido distinguir, al menos, los distintos
alcorques que identifico seguidamente, sin que esta clasificación, totalmente
subjetiva, ponga en duda la existencia de otros tipos, ni se extienda a la totalidad de estos elementos urbanos.
1.Alcorque vacío: se distingue porque no hay en él
rastro alguno que identifique su utilidad
2.Alcorque lleno: igual que el anterior, que se ha
tenido la precaución de llenar de grava hasta el borde, para evitar caídas por
diferencia de nivel
3.Alcorque decorativo: caracterizado porque se ha
permitido crecer en él vegetación que , al menos, ofrece un panorama de verdor
que alegra el color cemento de la acera.
4.Alcorque esperanzador: aunque talado el tronco , los
brotes verdes permiten albergar la esperanza de que, en un día no excesivamente
lejano, vuelva a haber un árbol.
5.Alcorque cementerio: en éste la palmera que hubo ha
quedado reducida a un tocón que se está descomponiendo rodeado de maleza y
suciedad.
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