Debe ser o, sin duda, lo es, que mi amor por la poesía
hace que cada vez que veo una fotografía de Ximo Puig y Mónica Oltra lanzándose
esas miradas tan elocuentes, en unas posturas de clara complicidad, tenga la
sensación de que entre ambos hay algo más que la política. Al menos que la
política en su parte más prosaica. ¿Amor platónico, quizá?
Foto Diario El Español |
Es posible que tales puestas en escena no sean más que,
como se suele expresar, de cara a la galería y que entre ellos exista la misma
compatibilidad que entre el tocino rancio y unas buenas lentejas, pero me
parece una forma de apartarse de esas maneras zafias, arrabaleras,
ridiculizadoras, violentas o insultantes que utilizan otros, cuando sus
oponentes expresan su disparidad de criterio.
¿Es necesaria la banalización, el tratar al otro como si
fuera idiota? Que la vida social y política se haya convertido en un permanente
escenario de monólogos en el que, a derecha, a izquierda y a cualquier color se
habla del otro, de sus ideas, de manera despectiva, no conduce, precisamente, a
que avancemos hacia una sociedad más justa, más cabal…
Las ideas, tanto buenas como malas, no son patrimonio
exclusivo de una persona o de un partido político. Intentar, por tanto,
desprestigiar todas las que no se me hayan ocurrido a mí, simplemente por eso,
es falsear la verdad.
Las ideas merecen siempre, al menos, intentar hacer un
estudio somero acerca de su viabilidad para, si llega el caso, profundizar en
ellas y ver qué grado de posibilidad hay en su aplicación.
Foto Diario La Vanguardia |
No es así, lamentablemente, como se actúa. Los puntos de
vista que se aplican no están en función de las ideas o los proyectos. Están en
función de si el que opina está en el gobierno o en la oposición. Y se aplica
esto de tal manera que un partido en la oposición es capaz de silenciar una
propuesta útil para todos, con tal de no compartirla con quien gobierna en ese
momento; actuación que se repite, a la inversa, cuando quien gobierna rechaza
una propuesta útil de la oposición.
¿Cambiaremos esto alguna vez?
Volvamos, de nuevo a las imágenes de Mónica y Ximo. Tal
vez estén en esa etapa que, superando las diferencias, conduce al amor y los
ciudadanos de la Comunidad Valenciana podamos ser testigos de que siempre es
posible, al menos, manejar las discrepancias de un modo civilizado.
Foto Diario Información |
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