Como vivimos en La Casa de la Primavera y ya se sabe que la
Primavera es caprichosa, nuestro gobierno municipal de Alicante, quizá en aras de obtener un ahorro que no es capaz
de conseguir por otros medios, se ha aliado con ella y, por ello, no manifiesta
un interés muy marcado en suprimir las zonas verdes que, de manera espontánea,
surgen aquí y allá. No sé si felicitarles por ello. Al menos es una nota de alegría, porque lo que es el tripartito...
En algunos momentos, tal vez agobiados por el exceso de
brotes verdes, tal vez porque alguien ha recordado que existe un contrato de limpieza, se
procede a la fumigación con herbicida y ahí se acaba la fiesta de primavera.
Quienes amamos la naturaleza preferimos que, en la ciudad,
se manifiesta la primavera en las zonas que hemos designado para ello y en el campo se preste
toda la atención posible para preservar la riqueza de la biodiversidad.
Contrasta esta permisividad del Ayuntamiento de Alicante con el verde con las actuaciones
fulminantes para erradicar el arbolado, como se advierte en las fotos de
alcorques que han sido “convenientemente lapidados”. El enladrillado me
pregunto si no será una más de las víctimas del afán de colocar veladores.
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