A estas alturas, decir que buena
parte de la suciedad que adorna nuestra querida Alicante tiene su origen en una
parte de sus ciudadanos, que la utilizan a modo de vertedero particular, no es
descubrir nada nuevo.
Afirmar que quienes deben
ocuparse de que la ciudad esté limpia no están haciendo bien su trabajo,
tampoco es una novedad, puesto que tenemos ejemplos en cada esquina.
¿Son éstas las únicas razones de
que la ciudad esté sucia?. Creo que no. Hay quien tiene la responsabilidad de
informar, controlar, sancionar. Porque tiene el mandato de los ciudadanos y su
obligación es hacerlo.
Hoy traigo a colación el tema de
los imbornales, con uno concreto al que he hecho seguimiento desde Enero de
2016 hasta Junio de 2016, en las fechas que se indica al pie de las fotos. ¿Alguien se atrevería a afirmar que se ha limpiado en
algún momento?. ¿Alguien puede afirmar que se controla a la empresa que debe
limpiar estas infraestructuras?
Me he hecho repetidas veces estas
preguntas y he llegado a la conclusión de que a bien pocos les importa. Excepto
cuando llueve torrencialmente y se mojan los zapatos, o cuando la suciedad
acumulada se pudre y genera malos olores.
Y no estoy hablando de algo que esté oculto en una remota calle de la ciudad. Es solo un ejemplo, al que seguirán más
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