Según un dicho, seguramente inventado por algún
publicista, “donde hay publicidad resplandece la verdad. Estoy absolutamente
seguro de que no es cierto, pero cada cual puede opinar lo que crea
conveniente.
Hoy, aprovechando la circunstancia de que se
celebra el DÍA DE LA MUJER, quiero exponer situaciones que deberían cambiar
para que la igualdad entre ambos sexos sea efectiva. Y, como también se dice: “es
mejor un ejemplo que mil palabras”…
Ejemplos corrientes:
Anuncio
a: Aparece una mujer bella, encantadora, alegre, con una simpatía desbordante,
vestida elegantemente. Cuando estás casi enamorado de ella, aparece un titular
con letras bien gordas “TIENE GONORREA”. A uno se le cae el alma a los pies.
Anuncio b: Aparece un guaperas, anunciando un
producto, y se va despojando de ropa delante de un espejo a través del cual un
grupo de bellas mujeres le está observando. Cada prenda que se quita el
guaperas levanta suspiros de estas y, finalmente, cuando parece que se quita
los calzoncillos, todas caen desmayadas.
¿Qué conclusión saco de estos anuncios?
a)
MUJER = Peligro de transmisión enfermedades
venéreas
b)
MUJERES=Desesperadas por el sexo
¿Qué tal si estos anuncios tuvieran su primera
parte antes de las connotaciones negativas y continuaran como sigue?:
a)
Aparece un HOMBRE diciendo: TIENE GONORREA
PORQUE YO SE LA HE TRANSMITIDO.
b)
Cuando el guaperas se baja los calzoncillos, las
mujeres le miran la entrepierna, la señalan con el dedo, se ponen a reír a
carcajadas, hasta que caen al suelo.
Seguro que anuncios como estos último habrían
levantado un buen revuelo y protestas.
¿Cuándo empezaremos a tomar en serio a la
mujer, no únicamente como complemento de fantasías o realidades sexuales, sino
como persona con capacidad intelectual no inferior a la del hombre, con una fuerza emocional superior a la del hombre y con una
singularidad física imposible de igualar, como es la posibilidad de ser madre?
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