Mientras para muchos la Navidad no es ninguna "novedad", para otros ,la " novedad" está, precisamente, en celebrarla.
La Navidad es nacimiento y este supone salir del cálido hogar que es el vientre materno y encontrarse, de lleno, en una sociedad donde,lejos de paz, amor, serenidad, son muchos los seres humanos que buscan o propician la confrontación, cultivan el odio (aunque personalmente no hayan sido agredidos) y no intentan enfrentarse con sosiego y tranquilidad a la aventura de la vida.
El ser humano, aún con el condicionamiento a que obliga el vivir en sociedad, dispone de un amplio campo de libertad. Pero la libertad no deja de ser una utopía, porque sólo puede ser ejercida en su plenitud por la mente y,aún en ello, está coartada por la falta de conocimientos necesarios para que el pensamiento sea objetivo.
Dentro de la precariedad de esa libertad, nada hay que nos impida amar en todas sus formas. Desde la más sublime, del amor puro y desinteresado, que nada pide a cambio, a esos sucedáneos del amor que buscan una ventaja, un reconocimiento...
Esto último no es la Navidad, ni se le parece. La Navidad, como ejemplo de amor, de solidaridad, tiene un grave inconveniente. Si uno cae en sus brazos, resulta difícil separarse de ella porque, quién no se rinde ante la mirada de gratitud del que se siente acogido, o de la sonrisa de un niño que recibe, quizá, el único juguete que ha tenido en su vida, o la del que recibe en su cama del hospital la visita del payaso ?
Eso es Navidad, porque es amor. De nada vale que uno se declare ateo ,agnóstico o cualquier otra cosa. Acaso no ama ? Pues ahí tiene la Navidad.
Creo que, en el fondo, no queremos reconocer el amor porque la vida se ha vuelto tan dura que pretendemos hacernos, nosotros también, los "duros" para que nadie interprete nuestra solidaridad o generosidad como un acto de debilidad.
Nos han enseñado a reprimir las emociones, a no llorar .El abrazo y el beso se han devaluado al interpretarse como mecanismos de actividad sexual cuando son éso, pero mucho más.
Qué hay del abrazo que consuela, del beso que reconforta, de la caricia solícita y afectuosa?
Quizá si practicamos lo suficiente, encontraremos que la Navidad puede no ser ,solo,el día 25 de Diciembre; también los 364 días que le preceden
Me apunto a esta Última Navidad.
ResponderEliminary te acompaño en la reserva.Un abrazo
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