domingo, 3 de enero de 2016

31 DE DICIEMBRE

      Entre los que hemos conseguido llegar al final del año con ánimo de continuar- aunqueseguramente con heridas y rasguños bien en cuerpo, bien en alma- si echamos la vista atrás es posible que ,algunos o muchos ( no sé ) consideren que hemos superado la crisis.

      Yo no estoy tan seguro. La crisis continúa y es generalizada. Sobre todo la de ética, concepto duro de roer en el  que hay quienes no están muy interesados en  remover, porque el enrojecimiento del rostro mostraría en ellos que no merecen el título de "ciudadanos".

      Girando la vista hacia cualquiera de los puntos cardinales advertimos unos políticos ( tanto da que se autodenominen de derechas o de izquierdas ) cuyo lema publicitario se reduce a " Yo o el caos" cuando no "quien no está conmigo está contra mí". Mientras, los ciudadanos que, inocentes, no habíamos perdido la esperanza en que todos tuvieran sensatez y, unidos en frente común, se dedicaran a : crear empleo, liquidar la corrupción, atender las urgencias sociales, etc. no vemos más que trapacerías, personalismos, sueldos impresentables...

     Por si fuera poco, la semántica ha incurrido también en el ámbito judicial y, así, vemos que los " imputados " han pasado a ser " investigados" como paso previo, quizá a " olvidados " lo que sugiere que no volveremos a ver el dinero defraudado y los culpables se desvanecerán como nubes al soplo del viento.

     Y sentencias recientes así lo demuestran, como las referidas a dirigentes de entidades financieras que ofrecieron productos "toxicos" amparados en información fraudulenta, lo que ha provocado cuantiosas pérdidas a empleados y clientes y, sin embargo no han sido considerados culpables.

     Por si no tuviéramos bastante, hasta los Belenes, inocente expresión  para unos  de fe y de arte popular para otros, son atacados, pretendiendo apartarlos de nuestra vista, como si al hacerlo pudieran arrebatar la esperanza en una vida mejor que ésta,  lejos de las insidias, intrigas y corrupción que nos asedian.

      Las prometidas acciones en beneficio de la sociedad se han reducido, en general, a quitar nombres, esculturas, signos...que no digo yo que no fuere conveniente, pero sí afirmo que es, cuando menos, inoportuno cuando hay situaciones de exclusión social, Sanidad o vivienda, más perentorias.

      Y no olvidemos las dramáticas escenas de la emigración obligada por el afán de sobrevivir a esas balas y bombas con que los gobiernos y empresas occidentales obtienen pingües beneficios...

      Más de un ciudadano, ante este panorama siente un impulso casi irrefrenable de imitar al humorista José Mota y lanzar a cada político un " ¡¡¡Vayase Vd. a la mierda !!!"

      Pero no desesperemos. Siempre se ha dicho "Año Nuevo ,vida nueva" y podremos conseguirlo si todos y cada uno, lejos de demagogias e intereses personales, caemos en la cuenta de que vivimos en sociedad y ,por tanto, todos somos colaboradores necesarios para que ésta vuelva a ser un lugar donde podamos habitar en paz, respetando cada uno los derechos del otro.

¡¡¡¡Feliz Año Nuevo !!!!!

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