Según
dijo alguien, tal vez yo mismo, “la lavadora es el colmo de la indecisión,
se pasa todo el rato dando vueltas a lo mismo”. Si no fuera porque a
uno ya se le ha acabado, además de la paciencia, el humor, podría decir lo
mismo del PSOE, que, deshojando su particular margarita, nos tiene a todos con
el alma en vilo al no tomar una decisión sobre: a) no votar a Rajoy; b)
abstenerse; c) unirse con Podemos y con quien haga falta para gobernar.
Por
si fuera poco, eso que llaman “militancia” y que, a mí, personalmente, me suena
horrible, está más dividida que la comunidad de vecinos de al lado y también los
“barones”, que más de uno bien podría ser conde, porque es-conde su posición en
el tema a esperas de que escampe la tormenta y luego ya veremos por donde sale.
Más
a más, como dirían mis amigos catalanes, están los “echaos p´alante”, que diga
lo que diga el comité, ellos dirán “NO” con todas las consecuencias.
Consecuencias que a lo más que llegarán es a poco menos que nada, porque el
PSOE no puede, tal como tiene el patio permitirse el lujo de expulsar a nadie.
Así
que no me extrañaría nada que la famosa “disciplina de voto” sufra un período
de excepción y luego ya veremos.
Que
yo no sé si esa “disciplina” da un valor añadido a cualquier grupo que la
quiera implantar porque, desde mi punto de vista supone, en ocasiones, que se
vota en contra de la propia conciencia y eso, si se repite mucho, al igual que
le pasa a la cuerda del pozo, termina por romper la relación más amistosa. Seguramente el PSOE hace suyo eso de "lo importante es que hablen de uno, aunque sea mal"
Mientras,
en Podemos, van organizando sus reuniones al par que surgen diferencias entre
los líderes, alguno de los cuales ya se ha dado cuenta de que lo único que cae
del cielo es la lluvia, lo demás hay que trabajarlo muy bien, porque la gente
es paciente, pero no tonta y las demagogias acaban por saltarle a la cara a
quien se prodiga en ellas.
Mariano
Rajoy (¡ay, Mariano!) incombustible en la espera, está dispuesto a no exigir
nada a cambio de apoyos, abstenciones y similares. Seguramente como soy
bastante menos inteligente que él, yo daría un paso al lado a ver si mejoraba la
situación, porque seguramente me habría dado cuenta (mi esposa sin dudarlo sí
lo habría hecho) de que con algunos de los “amigos” del PP no hace falta tener
enemigos.
Pero,
en fin, aquí estamos. El turrón ya está en plena producción y para que no se
nos indigeste el día de Navidad, los previsores han trasladado a otro día la
que podría haber sido fecha elegida para las terceras elecciones de lo mismo y a uno le queda la duda de si los votos serían más útiles lanzados directamente al fondo de la papelera
Y,
por si alguien no lo sabe, nuestro gobierno provisional, nuestros diputados,
etc. etc., siguen cobrando, sin que les duela el alma por ser incapaces de
hacer lo que precisamos. Esto es, ponernos de acuerdo.
Escuchando
la radio se me ha ocurrido pensar (al hilo de unas declaraciones de alguien de
la Comisión Europea que ha manifestado “el gobierno que resulte tendrá que
hacer frente a los compromisos contraídos “) que tal vez toda la oposición está
haciendo lo posible porque no “le toque” gobernar y así no tendrá que aplicar
los recortes que se exigen y son tan impopulares, a la vez que Mariano Rajoy
está dando facilidades a la oposición, a ver si pica y le apoya, para que este “muerto”
no le toque a él llevarlo, sólo, a cuestas.
Como
decía aquél, ¡” ya veremos!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario