Un amigo me ha hecho llegar, para que lo publique en el blog, el escrito que sigue y que ha enviado a la Concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de Alicante. Creo que no hace falta comentarlo
Ayuntamiento
de Alicante. Oficina de atención al ciudadano.
Hace poco recibí una
notificación del Ayuntamiento en la que, debido a una revisión del valor catastral de mi casa, me reclamaban el
pago del Impuesto de Bienes Inmuebles de los tres últimos años. De buena mañana
me personé en las oficinas de la calle Jorge Juan y alegué que los recibos ya
me fueron cargados en su momento, presentando copia del último adeudo
efectuado. El funcionario me informó que ellos no tenían constancia de los
pagos y que debía dirigirme a Suma Gestión Tributaria, el Organismo que efectuó
la recaudación, para que me facilitaran los justificantes correspondientes. Mi
razonamiento de que Suma actuó por cuenta del Ayuntamiento, siendo éste quien
debía tener constancia de lo recaudado o, en todo caso, solicitarle la
documentación oportuna, fue inútil: tuve que desplazarme a las oficinas del
Suma, donde enseguida me facilitaron copia de todos los pagos.
De vuelta al
Ayuntamiento, la cola para atender era enorme; la máquina expendedora de ticket
estaba estropeada y el sistema de recaudación no funcionaba; tras una larga
espera conseguí presentar los justificantes y acabar mi trámite. En definitiva,
estuve toda la mañana de aquí para allá, aportando datos que mi Ayuntamiento
tenía la obligación de conocer ¿o acaso no había recibido puntualmente el
importe de los tributos correspondientes, por parte del Organismo que recaudaba
en su nombre? La impresión que ofrece este servicio municipal es
manifiestamente mejorable y la mecanización impropia de la era de internet, de
forma que lo de “Atención al ciudadano” resulta un tanto sarcástico.
Francisco Ramírez Munuera
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