Cuando, al poco de esta
nueva legislatura, se cambiaron los nombres de las diversas concejalías en el
Ayuntamiento de Alicante ( lo que siempre supone un gasto y de cuya utilidad uno no
siempre llega a entender) me llamó mucho la atención la Concejalía de Juventud
y Protección Animal.
Obvio es decirlo, los
jóvenes, como cualquier ser humano entran dentro de la categoría de “animales”
y, como los adultos, unos son más “racionales” que otros sin que, por ello, sean
apartados (aunque se lo merezcan) de su condición de “humano”.
En función de esta
clasificación biológica, uno podía llegar a entender la coherencia de que en la
misma concejalía Juventud y Animal tuvieran acogida. Sin embargo, no parece que
“los tiros” vayan por ahí. Una cosa son los jóvenes y otra los animales, aunque
no se haga, al parecer distinción entre los que son de dos patas y el resto.
Teniendo en cuenta estas
consideraciones, después de leer los extensos reportajes que el Diario
Información realizó recientemente con titulares como “Los jóvenes alicantinos los más
discriminados”, “El tripartito manda los presupuestos…” , “La pérdida de
habitantes agrava el envejecimiento”, en los cuales analizaba las distintas
capas de ciudadanos que componemos el censo, por edades, así como las
cantidades dedicadas a cada una de las concejalías, me hice cargo de la difícil
situación que debemos afrontar, sin dilación, para conseguir que el crecimiento
demográfico sea superior al actual, de manera que, junto a la creación de
empleo, hagan viable el deseado “estado de bienestar”.
Desde mi punto de vista,
los medios empleados deben ser coherentes con las situaciones que se pretende
resolver y, además, los objetivos deben establecerse en función de la prioridad
que, dentro de ellas, se estime más necesaria.
Bueno, pues siguiendo el
hilo de las informaciones expuestas en los reportajes aludidos, el propio
Consejo de la Juventud facilitaba una estadística que evidenciaba, comparando
los datos de varias poblaciones de nuestra comunidad, que Alicante había
destinado en el año 2016 la cantidad de 1,77 € /persona, en tanto que, por
ejemplo, Elche destinó 6,45 € o Castellón 11,09 €. Ello dejaba claro, según
dicho Consejo de la Juventud, que(sic)” Alicante se olvida de la juventud en su
presupuesto”.
Esto, que es importante,
se agrava más si nos fijamos en los Presupuestos para 2017 en los que, según
fuentes del Ayuntamiento de Alicante, la Concejalía de Juventud y Protección
Animal va a destinar 297.500€ a Protección Animal, en tanto que 285.281 € a
Juventud, lo que -a mi modesto entender-supone una auténtica aberración
pues, por mucho que uno ame a los animales, debe resolver con prioridad los
problemas de las personas, estableciendo las políticas que corresponda.
Lamentablemente, si uno
recoge las informaciones que han ido surgiendo, advierte que las preferencias
de la citada Concejalía parecen ser más afines a los seres irracionales que a
los humanos.
Elucubrar sobre si es una
tendencia debida a algún trauma, desengaño amoroso o tiria al Alcalde no es
cosa que me incumba, pero bien haría la Sra. Concejala en estudiar sus
prioridades, porque los animales domésticos son fácilmente sustituibles, no así
las personas.
(Los cuadros estadísticos obtenidos del Diario Información de Alicante)
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