Recientemente
he reproducido y visto un vídeo correspondiente a una reunión municipal en la
que se hablaba sobre la Plaza Dr. Balmis ( R.I.P la Plaza) y el Concejal de Imagen Urbana aludía a las
firmas presentadas en contra de la demolición ( según he leído en alguna parte,
alrededor de 1000 firmas) con un argumento demoledor en una democracia:” la
mayoría son de militantes o afines a IU”.
Uno,
que ha preferido no militar en ningún partido político, por razones de higiene,
aunque expresa su opinión cuando cree que debe hacerlo, no parece apreciar en
tan somero argumento una gran simpatía por IU. Tampoco cree uno que el hecho de
esa militancia o simpatía suponga una ineptitud para opinar sobre determinados
temas; al fin y al cabo dichos militantes o simpatizantes son, también,
ciudadanos y, mientras cumplan con sus obligaciones como tales tienen todos los
derechos que les otorga la Constitución, entre ellos, el de libre expresión.
Vierte
el antedicho Concejal de Imagen Urbana otras expresiones, esta vez dirigiéndose
al portavoz de IU, en la que le habla de los Presupuestos Participativos de
hace unos años, en los que el Distrito 1 se manifestaba a favor de una
actuación sobre la Plaza Dr. Balmis. Resulta alentador que, en este caso, se
alegue a la Participación Ciudadana, aunque no sé por cuantas firmas vendría
avalada la iniciativa. Quizá habría que recordarle a dicho Concejal, por
ejemplo, lo de “no se implantará la ZONA AZUL si vecinos y comerciantes no lo
solicitan”, expresado con contundencia en diversas ocasiones por la Sra.
Castedo, que se ha transformado-de modo muy rápido-en todo lo contrario. O,
yendo un poco más allá, las promesas electorales de su propio partido que se
han convertido en papel mojado, también en tiempo record.
Bien,
el hecho es que estamos en un país en que lo que no sobra son actuaciones
imaginativas. ¿Hay prostitución? Bueno, tiro de piqueta y remodelo la plaza. Ya
veremos cómo queda, pero las prostitutas se van. De momento.
Uno,
que también tiene su corazón, después de leer la deplorable situación por la
que atraviesan las prostitutas, abocadas la gran mayoría a permanecer en ésa
situación a la fuerza, no puede evitar el pensar :¿no será mejor acabar con la
situación intentando proporcionar a las prostitutas otro medio de subsistencia?
Seguramente lo habrá, pero hay que darle a la imaginación unas cuantas vueltas
porque, como decía mi padre, “la cabeza está para algo más que para ponerse el
sombrero”.
Bueno.
Como la piqueta ha actuado, la Plaza Dr. Balmis ahora mismo ya no será ni
siquiera un montón de escombros, como hace unos días, cuando tomé las fotos que
se acompañan. Seguramente quienes se pusieron a recoger firmas creyeron que con
la expresión de la voluntad de los firmantes habría, al menos, una cierta
disposición al diálogo. Olvidaron ¡ay! ése famoso “rodillo” que utilizan todos
los partidos políticos (bueno, quizá haya alguno que se escape) para convertir
su propio deseo, por grotesco, inoportuno, inútil y derrochador que pueda
parecer en ley, ignorando las opiniones que no coinciden con la suya. ¡Así nos
va!
El hecho es que, a medida que pasan los días, la ciudad se va despersonalizando y perdiendo su atractivo. Los edificios, las calles, las plazas son una especie de "clones"
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