Las
declaraciones y actuaciones de nuestros políticos no brillan, precisamente, por
su originalidad, ni tampoco por ajustarse a la verdad, que procuran maquillar
tanto como las fotografías que muestran sus rostros en los carteles electorales
en los que están incluidos. Tampoco destacan por la atención que prestan a los
ciudadanos, exceptuando las temporadas previas a las elecciones, en las que las
promesas suben de tono y las calles soportan una de las escasas ocasiones,
exceptuando comidas y fiestas populares, en la que alcaldes y concejales las
pisan.
Así, por ejemplo, la Presidenta en funciones de la Junta de
Andalucía no tiene reparo alguno en decir que la situación actual de su
Comunidad es “surrealista”, cuando se trata de algo cuyo mérito es
exclusivamente suyo, puesto que ella y nadie más que ella fue quien quiso
convocar elecciones anticipadas. La jugada le ha salido mal y ahora todos los
demás partidos son culpables de la situación y están “atentando” contra el
pueblo andaluz, provocando esta situación de interinidad.
En Alicante, hace unos días, el Concejal de Seguridad, Juan
Seva, se llenaba la boca proclamando los logros conseguidos en la Policía Local
bajo su mandato, la presencia de la misma en los barrios y alguna cosa más, que
ahora no recuerdo. En el Barrio del Pla la única presencia de la Policía,
durante un rato, en invierno, es en el mercadillo de jueves y sábado. En verano
a veces, ni siquiera eso, porque la mandan a la playa. La Policía de Barrio,
tantas veces prometida se queda en la aparición, casi fantasmal, de un par de
agentes que el día que llegan apenas tienen tiempo de dar una vuelta por una
calle y son llamados para ir a otro servicio. Después ya no aparecen hasta ni
se sabe.
¿Será por eso que una de las medidas que ha puesto en marcha
el Partido Popular de Alicante es
apartar de sus listas electorales a este concejal? Una medida muy de
agradecer, gobierne quien gobierne.
Los vecinos del Barrio del Pla y, en especial, quienes
transitamos por la Calle Gonzalo Mengual, venimos soportando desde hace ONCE
AÑOS la presencia de dos postes de madera sobre la acera, que fueron instalados
PROVISIONALMENTE para hacer una obra que nunca se ha llevado a cabo. Pese a las
peticiones efectuadas al Ayuntamiento por una Comunidad de Propietarios, con recogida
de firmas, la intervención de la Asociación de Vecinos del Pla y el Sindic de
Greugues, los postes y las instalaciones que soportan siguen en su sitio. Tanto
da que molesten, sean peligrosas o sirvan para “aliviar” las necesidades
fisiológicas de los perros. ¿A quién le importa? No es al equipo de gobierno
del Ayuntamiento de Alicante que ni siquiera se toma la molestia de ponerse en
contacto con los vecinos.
A veces los ciudadanos nos sorprendemos de la facilidad con
que quienes gobiernan se empeñan en quedar mal, cuando con un mínimo esfuerzo
podrían evitarlo. Quizá el problema radica en eso, el esfuerzo.
La cuestión que se plantea ante los nuevos comicios es:
¿votar a quien dio lugar a que la crisis nos cayera encima como una losa?;
¿votar a quien no ha cumplido sus promesas electorales?; ¿votar a quienes
optan, ya sea con nuevas o viejas siglas, a obtener el gobierno?
No seré yo quien facilite la respuesta a este acertijo. Sí
sé que intentaré analizar las hazañas, errores, propuestas, etc. de unos y
otros; votaré, aunque no tenga ninguna certeza de hacerlo correctamente y
aceptaré el resultado que salga de las urnas.
Lo peor que puede pasar difícilmente puede superar lo que ya
ha pasado y, en el peor de los casos, solo tendremos que esperar cuatro años
para decidir si votamos a los mismos o los “botamos”.
Lo que sí tengo claro es que, participando, habré intentado,
al menos, que las cosas cambien y,
utilizando la frase que algún partido expuso, “hay otro modo de hacer las cosas”.
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