viernes, 15 de mayo de 2015

¿HAY EN QUIEN CONFIAR?






Las declaraciones y actuaciones de nuestros políticos no brillan, precisamente, por su originalidad, ni tampoco por ajustarse a la verdad, que procuran maquillar tanto como las fotografías que muestran sus rostros en los carteles electorales en los que están incluidos. Tampoco destacan por la atención que prestan a los ciudadanos, exceptuando las temporadas previas a las elecciones, en las que las promesas suben de tono y las calles soportan una de las escasas ocasiones, exceptuando comidas y fiestas populares, en la que alcaldes y concejales las pisan.
         Así, por ejemplo, la Presidenta en funciones de la Junta de Andalucía no tiene reparo alguno en decir que la situación actual de su Comunidad es “surrealista”, cuando se trata de algo cuyo mérito es exclusivamente suyo, puesto que ella y nadie más que ella fue quien quiso convocar elecciones anticipadas. La jugada le ha salido mal y ahora todos los demás partidos son culpables de la situación y están “atentando” contra el pueblo andaluz, provocando esta situación de interinidad.
         En Alicante, hace unos días, el Concejal de Seguridad, Juan Seva, se llenaba la boca proclamando los logros conseguidos en la Policía Local bajo su mandato, la presencia de la misma en los barrios y alguna cosa más, que ahora no recuerdo. En el Barrio del Pla la única presencia de la Policía, durante un rato, en invierno, es en el mercadillo de jueves y sábado. En verano a veces, ni siquiera eso, porque la mandan a la playa. La Policía de Barrio, tantas veces prometida se queda en la aparición, casi fantasmal, de un par de agentes que el día que llegan apenas tienen tiempo de dar una vuelta por una calle y son llamados para ir a otro servicio. Después ya no aparecen hasta ni se sabe.
         ¿Será por eso que una de las medidas que ha puesto en marcha el Partido Popular de Alicante es  apartar de sus listas electorales a este concejal? Una medida muy de agradecer, gobierne quien gobierne.
         Los vecinos del Barrio del Pla y, en especial, quienes transitamos por la Calle Gonzalo Mengual, venimos soportando desde hace ONCE AÑOS la presencia de dos postes de madera sobre la acera, que fueron instalados PROVISIONALMENTE para hacer una obra que nunca se ha llevado a cabo. Pese a las peticiones efectuadas al Ayuntamiento por una Comunidad de Propietarios, con recogida de firmas, la intervención de la Asociación de Vecinos del Pla y el Sindic de Greugues, los postes y las instalaciones que soportan siguen en su sitio. Tanto da que molesten, sean peligrosas o sirvan para “aliviar” las necesidades fisiológicas de los perros. ¿A quién le importa? No es al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante que ni siquiera se toma la molestia de ponerse en contacto con los vecinos.
         A veces los ciudadanos nos sorprendemos de la facilidad con que quienes gobiernan se empeñan en quedar mal, cuando con un mínimo esfuerzo podrían evitarlo. Quizá el problema radica en eso, el esfuerzo.
         La cuestión que se plantea ante los nuevos comicios es: ¿votar a quien dio lugar a que la crisis nos cayera encima como una losa?; ¿votar a quien no ha cumplido sus promesas electorales?; ¿votar a quienes optan, ya sea con nuevas o viejas siglas, a obtener el gobierno?
         No seré yo quien facilite la respuesta a este acertijo. Sí sé que intentaré analizar las hazañas, errores, propuestas, etc. de unos y otros; votaré, aunque no tenga ninguna certeza de hacerlo correctamente y aceptaré el resultado que salga de las urnas.
         Lo peor que puede pasar difícilmente puede superar lo que ya ha pasado y, en el peor de los casos, solo tendremos que esperar cuatro años para decidir si votamos a los mismos o los “botamos”.
         Lo que sí tengo claro es que, participando, habré intentado, al menos, que las cosas cambien  y, utilizando la frase que algún partido expuso, “hay otro modo de hacer las cosas”.
        

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