Apareció hace un par de días, en la calle. Su propietario, no queriendo molestarse en llevarlo unos quince metros más allá, que es donde se encuentran los contenedores de basura, lo depositó junto a unas obras.
Finalizadas éstas, alguien a quien le molestaba lo volvió a mover, unos metros más allá.
Desde el primer momento en que lo vi pude apreciar que estaba casi completo, aunque un poco desvencijado y que cabían varia0s posibilidades, tirarlo a la basura, quemarlo o reciclarlo.
Personalmente me inclinaba por el reciclaje, porque parecía bien construido, con materiales de calidad, aunque el maltrato y la falta de mantenimiento eran los que, sin duda, lo habían llevado al estado actual.
Y digo lo del reciclado por varias cuestiones: a) menos basura; b) quizá valga la pena conservarlo porque costó mucho construirlo; c ) ahora no encontraríamos personas con tiempo,paciencia y ganas de hacer algo parecido, d) ha estado protegiendo cosas importantes
Pensándolo bien, con nuestra democracia pasa algo así. Está algo desvencijada; ya no hay políticos como los de la transición; si se repara puede alargarse su vida útil y no se pierde todo el trabajo que costó construirla . También ha resguardado los valores que han hecho posible llegar en paz hasta hoy.
Hay alguna similitud más. Porque el mueble es de madera y hay buen número de políticos que son unos tarugos pero, digo yo: vamos a utilizarlos como leña ?
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