El cuco es un ave que tiene la costumbre de aprovecharse del trabajo de otras. Así, según se ha constatado, deposita uno de sus huevos en el nido de otra ave.A partir de su nacimiento, el polluelo de cuco se las apaña para desalojar a los demás y queda como amo y señor del nido.
También sucede, en el campo de la botánica, que existen plantas que se"pegan" a otras, se aprovechan de su fortaleza para crecer a su alrededor y hacia arriba, terminando por ahogarlas.
Según algunos analistas políticos la relación de Podemos con el PSOE lleva el mismo camino aunque, a diferencia de las especies asaltadas que, sin percatarse, perecen o son desalojadas, el PSOE acepta voluntariamente el riesgo.
Uno que entiende lo justito de la vida animal y cada día entiende menos la de ése otro animal denominado "racional",
asiste con cierto grado de preocupación a los acontecimientos de cada día, preguntándose cuánto durará la incertidumbre y cuándo, por fin, conocerá la verdad de cuanto acontece.
Cierto es que resulta muy frustrante saber, por indicios de aquí y de allá, que la explosión de "transparencia" que todos aseguraban iba a ser el norte y guía de sus actuaciones no era más que otra particular muestra de ese modo de entender la política por el cual los grupos dirigentes se consideran capacitados para actuar como les da la gana, "porque les han votado". La racionalidad, la coherencia, el respeto no son , necesariamente, objetivos a considerar.
Los españoles tenemos en contra algo que debe ser genético, por las dificultades que representa su cambio, porque manifestamos una seria incapacidad para unirnos en torno a las coincidencias y preferimos, por contra, enzarzarnos en la lucha por hacer valer nuestra posición personal, incluso en "uno contra todos" si se presenta y no damos el brazo a torcer.
Yo no me avergüenzo, como otros, de ser español. Reconozco, sin embargo cierta dosis de envidia hacia aquéllas naciones en que la racionalidad encuentra rápidamente su camino.
En fin, ya veremos por dónde salimos.
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