Reconozco que soy un tipo algo raro, pero no del todo
incorriente. Algunos dirían que soy un “mirón” y tengo que darles la razón.
Pero no soy de ésos que van mirando a hurtadillas, indecorosos, que buscan, tan
solo (que no es poco) alimentar sus mentes calenturientas con visiones que
estimulen su libido.
Lo mío es de otra clase. Me gusta mirar, pero no a
hurtadillas, sino con la luz encendida y la persiana levantada. ¿Cómo, si no,
podría leer la letra tan pequeña con que el diccionario intenta explicar con
palabras lo que intuimos, a veces, pero somos incapaces de definir?.
Y es que, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
oculta en sus fácilmente asequibles rincones, un montón de palabras. Palabras
muchas veces sencillas, otras veces difíciles, pero todas forman, nada más y
nada menos que esa “lengua española” que ha sido, es y seguirá siendo el
vehículo de comunicación entre las personas con mayor difusión y uso mundial,
que la hace estar situada entre las dos primeras en esta clasificación.
Pues en ese mirar y buscar en el diccionario, me he
fijado en el término Político, que tiene varias acepciones: “hábil para tratar a la gente y para decir
las cosas sin ofender ni molestar o para manejar asuntos” ; también “dícese de quien interviene en las cosas del
gobierno y negocios del Estado”.
Desmenuzando las palabras que componen su significado,
encontramos:
Hábil:”el que tiene capacidad y disposición
para una cosa” .-Seguramente más de uno nos hemos
preguntado en ocasiones qué habilidades tiene fulano o mengano para estar en el
puesto de gobierno que ocupa.
Manejar:
“maquinar, intrigar”.-
Aquí, seguro que encontraremos mucho acuerdo en que hay quien está en el
gobierno para esto, precisamente.
Negocio:
“hacer un lucro indebido
en los asuntos de otro que le están encomendando”.-Está
claro que también conocemos a políticos que se han lucrado indebidamente.
Maquinar:
“tramar algo, oculta y
artificiosamente”.- De otra cosa podremos saber poco, pero
de tramas y falta de transparencia…
Seguramente los políticos no caerán en la cuenta de que
eso de “estimados”, haciendo una ligera separación y mejorando la conjugación,
se convierte en “son timados” que es lo que tenemos en mente que hacen con
nosotros en bastantes ocasiones y esto sin necesidad de recurrir al
diccionario.
Y esto de la manipulación, maquinación, manejo, trato,
negocio, viene siendo tanto a nivel local, como autonómico o nacional, un serio
problema que uno no acaba de ver con final cercano, habida cuenta de que las
actuaciones en contra suelen aflorar, generalmente, cuando hay proximidad de
elecciones. Mientras tanto, están como las osas en invierno. Ocultas en la
madriguera.
Podríamos abandonarnos a la desesperación, viendo la
magnitud del problema o, armarnos de valor y no cejar en la denuncia y el
desprecio personal y social hacia quienes actúan de manera corrupta.
Aunque
para esto hay que tomarse la molestia de sacarlo a la luz, fuera de la barra
del bar, sin el calor del cafetito con sacarina.
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