Reconozco que soy un nostálgico del cine de antes, de ese que tenía argumento, más allá de una señora estupenda y una cama bien mullida. Quizá, por éso, hoy he vuelto a ver la película Quo vadis ?
Quo vadis ? Adónde vas? Es una buena pregunta, que me gustaría hacerle a cada uno de nuestros políticos. Me temo que, más de uno, respondería N.P.I. cuya traducción obvio, por consideración a las personas sensibles y por considerar, también, que es perfectamente inteligible por las menos sensibles. Al menos preferiría esa respuesta, en lugar de la que temo.
Quizá, como en la película, hay quien está dispuesto a incendiarlo todo, aún a costa de las víctimas más inocentes. Todo con tal de componer "su" propia obra, al margen de lo que los involuntarios actores - víctimas precisen.
Tenemos, como en la película, una buena dosis de circo en la que no faltan los aplausos y gritos de quienes ,siempre, están de acuerdo con "los de arriba" , independientemente de quien resulte dañado.
Ahora, el circo abarca un ámbito similar al de la antigua Roma y los "cristianos" son esos emigrantes forzosos, empujados entre unas y otras fronteras, mientras huyen de sus respectivos incendios. Los leones son el frío y el mar.La diferencia es que hay menos sangre.
Lo que me temo es que, a base de ver el "espectáculo" todos los días, quienes se están quedando sin sangre, no por perderla, sino por haberla cambiado por horchata, somos nosotros.
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