Caminaba tranquilamente por una calle de
la ciudad. Como es habitual en mí, miraba ora a un lado , ora al otro
,fijándome en los pequeños detalles que, tantas veces, son mucho más
importantes que las grandes y huecas infraestructuras creadas a mayor gloria de
tal o cual politiquillo.
Esperando junto a un paso de peatones
advertí un letrero manuscrito sobre un poste de alumbrado. Me acerqué y pude
leer:"Chica rubia busca sexo". A continuación un número de teléfono.
Confieso que quedé perplejo. Hice un
repaso al conjunto de leyes relativas a la Educación y si no me han salido mal
las cuentas han sido siete en poco más de cuarenta años: Ley General de
Educación en 1970; Ley Orgánica Reguladora del Estatuto de Centros Escolares en
1980; Ley Orgánica del Derecho a la Educación, en 1985; Ley Orgánica de
Ordenación General del sistema Educativo, en 1990; Ley Orgánica de Calidad de
la Educación en 2002; Ley Orgánica de Educación en 2006 y, ahora, la Ley Orgánica
para la Mejora de la Calidad Educativa .
Que, después de tantas leyes, una chica se
expresara de tal forma me movió a tomar nota de su teléfono con la intención de
llamarla a la menor oportunidad. De modo que, llegado a casa, he puesto manos a
la obra y esta ha sido la conversación.
YO.-"¿Hola, es Vd. La chica rubia que busca sexo?"
ELLA.-"Hola. Sí. Soy yo, pero puedes tutearme. Dime"
YO.-"¿Te importa que te haga unas preguntas?"
ELLA.-" Las que quieras"
YO.-“Si voy a serte sincero, es que me extraña lo de tu anuncio. ¿No tienes
estudios?”
ELLA.-“Sí, claro. ¿Por qué lo dice?”
YO: “Verás, es que estoy algo confundido. Recuerdo que, no hace mucho, hubo
padres que se quejaban porque a sus hijos les enseñaban en clase cuestiones
relativas al sexo. Como podría ser que
no hubieras asistido a alguna de ellas, te llamo sólo para aclararlo un
poco. Eres chica, luego conoces tu sexo. Perderlo es difícil;¿Acaso quieres
cambiártelo? O bien es que te refieres a los órganos sexuales. Bueno, en ése
caso, te desnudas y buscas entre las piernas, allí encontrarás parte de los tuyos.
Iba a continuar hablando
pero, de repente, se cortó la llamada y, aunque he intentado en diversas
ocasiones conectar, siempre indica fuera de cobertura.
En fin, yo he hecho lo que he
podido para enseñar, pero si no lo han conseguido antes siete leyes de
educación tampoco voy a rasgarme las vestiduras por no haber tenido éxito. Al fin y al cabo, ninguna de dichas leyes se promulgó contando
con mi opinión.
No sé si llamar al Sr. Wert a
ver qué opina.
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