martes, 16 de diciembre de 2014

CIENCIA FICCIÓN?





         Cualquiera de mis amigos sabe que soy aficionado a las películas de ciencia ficción, aunque sin llevarla a extremos. Nunca se me ha ocurrido disfrazarme de guerrero de la galaxia ni montar una maqueta de nave estelar sobre la mesa del comedor y hacer las comidas en el dormitorio, por falta de sitio.
         Debo reconocer que, desde hace algún tiempo y, sobre todo, después de ver algunas de las películas de la saga X-MEN, empiezo a tener algunas dudas, creo que razonables, acerca de si existe una conexión entre realidad y ficción, más allá de lo virtual.
         Las sesiones de nuestro congreso muestran a veces un escenario que me parece insólito. Un orador exponiendo sus preguntas o explicando un tema y, a su vista, la desolación de un hemiciclo casi vacío. Suponer que sus señorías no han asistido porque no les ha apetecido, me parece una temeridad. Entonces, me pregunto: ¿será que nuestros congresistas son capaces de hacerse invisibles a voluntad?
         En otras ocasiones, estando el hemiciclo también vacío, se aproxima el momento de llevar a votación un asunto. Como por arte de magia, se abren las puertas y sus señorías, casi con precipitación, ocupan los respectivos asientos como si se estuvieran atrincherando. Debo reconocer, sinceramente, que eso me confunde porque, si no han estado presentes en la exposición, ¿cómo es posible que sepan lo que deben votar?.¿Dónde estaba ocultos?¿Cómo han conseguido salvar en tan corto espacio de tiempo la distancia entre el bar del congreso y el hemiciclo?. En fin, muchas preguntas, para las que confieso estar ansioso de conocer respuesta.
         Por si fuera poco, ayer recibí un video con imágenes retrospectivas y actuales y comprobé que ya Miguel Ángel ilustró con el rostro del Pequeño Nicolás escenas de la Capilla Sixtina, que también  estuvo en la Guerra Civil Española como soldado republicano, acompañó a Franco y, recientemente, no ha habido encuentro, mesa redonda o acto oficial, en el que no haya posado junto a los más importantes gobernantes de nuestro país. ¿Será inmortal? ¿Poseerá el don de la ubicuidad?
         Ya sé que todos intentan, ahora, minimizar su importancia, pero ¿cómo saber que lo que pretenden no es ocultar un hecho de trascendental importancia?
¿Cómo saber si esta presencia, casi subliminal, del Pequeño Nicolás no es una artimaña para que, viéndolo hasta en la sopa, lo aceptemos como líder imprescindible, más allá de toda duda razonable?
En fin, que después de tantos años de estudio, de reflexión, de tener la mente abierta para estar en disposición de comprenderlo todo, me encuentro con que mis neuronas tienen un atasco difícil de resolver.
Creo que voy a buscar videos de La Casa de la Pradera, a ver si me desintoxico.
        

4 comentarios:

  1. Excelente reflexión y saludable decisión.

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  2. Yo me resisto a considerar que lo que ocurre en el congreso tenga algo de ciencia pero sí creo que tiene mucho de ficción, de magia negra, de teatro. Hay ahí mucho mago especializado en las desapariciones aunque suelen centrarse en las del dinero público, en eso no hay quién les gane.
    En cuanto al Pequeño Nicolas (Nicolasito para los amigos), si llega a estar unos añitos más sin que le pillasen hubiese llegado a un puesto político de primera línea en cualquiera de los partidos de los que tanto disfrutamos, incluso a presidente de la nación (alguna de ellas). Ahora ya va a ser difícil.
    Que pases una buena despedida de año y que el año próximo cambien las cosas para bien.

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  3. Hola Bechler:Feliz Año para toda tu familia y, ojalá, también para el resto del país, porque cambien las cosas a mejor

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