Hoy, antes de levantarme, he estado
dándole vueltas a dos palabras que, por esas cosas del lenguaje, empiezan
siendo y significando cosas distintas para, después, converger de tal
manera que hace falta contextualizarlas para entender su significado.
Las palabras son :poder y podar. La
primera significa tanto capacidad para llevar a cabo una tarea como dominio ,
facultad para mandar ;la segunda, cortar o quitar ramas superfluas de los
árboles o plantas, para que se desarrollen con más vigor, aunque su uso se ha
extendido a otras situaciones.
Llega un momento en que ambas se escriben
de igual modo . Así, decimos:" podemos cambiar el
sistema..." o "podemos lo que no es útil en el sistema"
Son conceptos totalmente dispares.
Mientras el primero sugiere cambio,
sustitución, eliminar lo que hay y hacerlo todo nuevo; algo así como la
"tala" del bosque, el segundo sugiere la viabilidad del
sistema, eliminando aquéllas partes que no funcionan, que han quedado
obsoletas, que son una rémora. Es decir, hacer una "poda" selectiva
que permita utilizar lo que ya se tiene, adecuándolo a las circunstancias y
mejorando el funcionamiento acorde con la experiencia recibida.
Me pregunto por cuál de las dos acepciones
se decantará la opción política PODEMOS. Buena parte de sus dirigentes son
personas con estudios y quisiera creer que con formación y no con
"deformación", porque ya hemos tenido bastantes experimentos en
nuestra historia como para desear ahora gaseosa.
La HISTORIA, con mayúsculas, nos ha
demostrado que no hay un régimen u opción política que sea especialmente mejor
que otro, si se cumplen los requisitos de libertad, respeto, tolerancia,
honestidad...Lo que falla no suele ser el sistema, sino la personas que lo
dirigen. Unas veces por abuso, otras por incompetencia, otras por
endiosamiento, otras por corrupción.
Los problemas se inician cuando quien
gobierna aplica el rodillo y se hace con el control del poder en todas sus
facetas: político, legislativo, ejecutivo. Así se asegura de que todo se
hará conforme a su voluntad. Pero no nos engañemos, a eso no se llega sin
la colaboración activa y eficaz de otros. De ésos proclives al aplauso sin
reflexión, de ésos para los que el líder es la razón de su vida,
olvidando que lo importante no es el líder, el partido, la nación...Lo
importante es el ciudadano, la persona, que hace posible la
existencia de la sociedad y que da su voto de confianza y espera ser
correspondido justamente.
Lamentablemente, la ineficacia de sistemas
educativos, junto con un exceso de circo, no han facilitado ni la capacidad de
reflexión ni el discernimiento, que permitan, realmente, una libertad de
elección nacida de la comparación y estudio de las opciones que se presentan. Máxime
cuando se ha venido haciendo de manera constante hincapié en los derechos de la
personas, omitiendo ( no sé si de manera alevosa o inconsciente) que dichos
derechos comportan la existencia de obligaciones ineludibles, sin las cuales no
es posible hacer efectivos aquéllos.
¿Deberemos jugar el destino a cara o cruz ?
Paco: .No hay duda de que el lenguaje que empleamos y el modo como lo hacemos define nuestra personalidad . Da a conocer nuesrtro mundo interior . Mi respuesta a tu pregunta ¿deberemos jugar el destino a cara o cruz? es de un rotundo NO. Tu reflexión obliga a muchos comentarios (todos ellos muy interesantes y de actualidad) que tendremos que hacernos cuando nos veamos con mas espacio. Saludos. Paco
ResponderEliminarMi espuesta también es NO
ResponderEliminarSin embargo, resulta preocupante la irreflexión con que se aceptan estas o aquellas ideas o actuaciones, simplemente en función de su autoría