viernes, 23 de octubre de 2015

EL ORGASMO DE LOS POLÍTICOS

Se dice que hay, en la anatomía humana , un denominado "punto G" en el cual se localiza la sensibilidad erógena por excelencia. Es, por así decirlo, el punto pasado el  cual , en las películas , la nave tiene que regresar a su base, so pena de no tener suficiente combustible.

Sin embargo, de ser ciertos los datos estadísticos y las propias manifestaciones de las señoras,  para buena parte de ellas el citado "punto G", a lo más que llega es a "je, je" porque el resultado de sus relaciones sexuales es de risa, por no decir de pena.

No es éso,   en cambio lo que sucede, de modo general, a los representantes políticos , según se puede verificar en cuantas actuaciones públicas aparecen. Porque lo curioso del caso es que, mientras la mayoria de las personas que alcanzan el orgasmo lo hacen en privado, aquéllos,  los politicos,  no tienen el menor reparo en hacerlo públicamente.

Somos muchos los que lo hemos intuído, otros ni siquiera han reparado en ello, a base de verlo como cosa corriente, ya que ocurre todos los días y en cualquier ocasión exceptuando, quizá,  el momento de dar el pésame por una circunstancia mortal.

Algunos preguntarán: "Cómo se detecta, cuales son los signos externos visibles ? "

Bastará observar el rostro de ése ministro que anuncia, impávido (aunque no puede evitar un brillo ensu mirada),  la bajada del recibo de la luz, cuando diversas organizaciones cifran la subida, en los últimos años en ,al menos,  un 50%. De ésa ministra que se recrea en la creación de puestos de trabajo ( sin duda un dato magnífico que haya más personas que perciben ingresos) mientras casi cinco millones siguen esperando, no pocos sin percibir ingresos.

Es algo que, también,  se da en los representantes de la oposición cuando manifiestan que darán un salario a las amas de casa o que serán absolutamente transparentes, mientras no responden a las preguntas que se les hacen. O aquella persona que exige, desde la oposición lo que no concedió cuando gobernaba. O ése,  que arguye que "solo" su partido nos llevará al paraiso de la economía o del bienestar social

La mayoría de  ésos rostros manifiestan un esbozo de sonrisa que, poco a poco, pero con celeridad, se va ampliando hasta que una abierta y cordial sonrisa refleja ese "orgasmo" de satisfacción que, obvio es decirlo, todos mostraríamos si nuestros problemas estuvieran tan resueltos como ellos pretenden .

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