NOVENO DIA.- Seguramente si el oficio de
sereno se reimplantara, yo tendría futuro, porque duermo menos que un
murciélago por la noche. La ventaja que tiene esto es que me permite pensar en
las cosas que he de hacer a lo largo del día.
El caso es que a las 8 de la mañana ya
había tendido la primera lavadora con las sábanas, luego me he aseado y desayunado, hacia las 10 de la mañana.
He estado actualizando el blog y
respondiendo al correo. He tendido otra lavadora
Mi viajera esposa me ha llamado para
decirme que lo están pasando bien, pero que no nos quejemos de cómo está el
transporte aquí, porque es de lujo comparado con el de Chile. Tiene la mosca
detrás de la oreja con relación a cómo pueda ser el hotel. Aunque no lo
pensaba, el coste de la vida es similar al de aquí y , según que cosas, incluso
más caro. No lo entiendo.
Hoy, como casi todos los domingos, la
actividad es mínima. Lectura del periódico o más bien de los titulares, porque
hay pocas cosas interesantes y no veo qué aliciente tiene que todos los días me
enseñen la foto de algunos de los múltiples golfos que dicen ser demócratas. Me
viene a la mente el chiste del niño gitano que le pregunta al padre: Papa(sin acento), ¿que “e” eso de la
“democrasia”? y el padre responde: Que
“demo” “grasia” de que no nos quitan lo poco que tenemos.
Volviendo al periódico, hay tres o
cuatro comentaristas que se pueden leer, pero el resto van siempre en la misma
dirección y , francamente, yo también sé opinar, lo que quiero es tener
información lo más limpia posible, para hacerme una idea de cómo van las cosas,
sin necesidad de que me aporten ideas personales.
Lo más entretenido del periódico ha sido
el crucigrama gigante y el sudoku.
Hoy he vuelto a comer con M y L y me he
chupado los dedos con un arroz al que
sólo le faltaba llevarme el tenedor a la boca, para ahorrarme el esfuerzo. ¡Qué
cosa buena es que lo aprecien a uno y lo inviten!
Por mi parte he llevado unas alcachofas
al horno de las que preparé ayer porque a L le gustan y, aunque no puedo
competir con tamaña cocinera, hago mis pinitos.
Después de comer he medio visto, porque
me he quedado “frito” un pedazo de película americana de tíos malos que quieren
que haya armas atómicas para que el miedo conduzca a la paz. ¿No sería mejor
que quitaran las armas e hiciera, directamente, la paz? Pero claro, de qué
vivirían algunos…
He vuelto a casa y recogido parte de la
ropa tendida. Luego he rectificado un poema y he mandado a P los trabajos para
la próxima revista de Jubicam.
Veo un correo de E y M . M me “pega la
bronca” por escribir el diario. Le invitaré a unas cervezas cuando vayamos al
pueblo , a lo mejor se calma.
La cena es ligera, manzana y yogur de
soja, porque las calorías de la paella dan para hoy y mañana.
Veo la película Angeles y Demonios, que
en su momento levantó polvareda en la iglesia Católica. ¿Cuándo la Iglesia
volverá a su esencia? No lo veré, lamentablemente, pero me gustaría que la
pompa, el boato y otras cosas dejaran paso a una intervención más cristiana en
la sociedad.
Ya es tarde. Por si me leéis, buenas
noches, queridos amigos. Buenas noches, cariño. Hasta mañana
Me he leído los nueve días y el comentario de la mesa redonda y he de decir que me han gustado mucho. No sé cuantos días más durará el viaje pero trataré de no perdérmelos si los escribes.
ResponderEliminarEste diario podría ser el inicio de un libro en el que tratases con más extensión el tema o temas de cómo contribuir, la gente de a pie, al cambio que tanto necesitamos y que tan difícil resulta. Puede ser una idea.
Gracias por tu comentario. Es una idea que está flotando entre las neuronas y puede que algún día llegue a la luz.
ResponderEliminarEn cuanto al cambio opino que no podrá producirse si esperamos a que otro dé el primer paso.
Saludos