lunes, 11 de febrero de 2013

LOS PEQUEÑOS DETALLES





         La vida está llena de pequeños detalles que la enriquecen y permiten que haya un respiro en aquéllas situaciones en las que uno no se encuentra en su mejor momento.
         Con la ciudad donde uno vive ocurre otro tanto. Sí bien es cierto que prestamos más atención a lo que está en desorden, porque contribuye a crear un cierto desequilibrio interior, lo que satisface es dar un paseo y encontrar un bello jardín bien cuidado, una papelera que se ha utilizado para eso y no para esparcir a su alrededor  lo que se desecha.
         No hace falta ser un observador muy agudo para ver cómo está la ciudad, cuyo aspecto en demasiadas ocasiones se debe más a una desidia de quienes deberían estar a su cuidado que a ciudadanos incívicos a quienes no importa nada sino ellos mismos.
         A continuación dos detalles; el uno positivo, el otro menos. Cada uno debe decidir cómo quiere que sea su ciudad y trabajar por  y para ello. Hay muchas formas de hacerlo. Cada cual debe averiguar la suya.




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