CATORCEAVO DIA(1 DE FEBRERO).-He tenido
una de ésas noches extrañas en las que , cuando me levanto, queda flotando en
mi mente la duda de si he estado despierto o he soñado que no dormía. El caso
es que me he levantado algo cansado, pero como hoy no tenía previsto hacer
nada, me he puesto a ello tranquilamente, excepto en lo que se refiere a los
hábitos de aseo y desayuno, cuya única variación es la hora en que los llevo a
cabo.
Dentro de un
rato me reuniré con mis compañeros del “senado” en Jubicam y, de camino le
llevo a P el escrito que me pidió para la Alcaldesa, explicándole la nota
marginal que he incluido, para adecuarlo a la situación real, puesto que no
participé en la actividad que allí se indica y, por tanto, hay que confirmar
los detalles.
Hoy es un día
placentero, con fuerte sol y temperatura agradable que me permite pasear
tranquilamente llevando la cazadora en la mano. Lo malo de tener en invierno
temperaturas primaverales alternativamente a las correspondientes es el despiste corporal, por llamarlo de
alguna manera, pues pasar del frio al calor y al contrario conduce(al menos a
mí) finalmente, a pillar un resfriado.
En el “senado”
ha sido escasa la afluencia hoy. Lamentablemente hemos dedicado más tiempo a
hablar de las noticias y deformaciones mediáticas que de temas más elevados,
pero el bombardeo de corrupciones, tú más , etc. resulta agobiante.
Lo que comenté
ayer sobre el ventilador y la mierda parece que no importa demasiado y hay
quien deja que le resbale o se la limpia como puede, pero sin otra reacción más
allá. Obviamente eso es lo que interesa a los “malos”, que nos hagamos a la
idea de que no hay manera de resolver esta situación. Resulta penoso que
durante varios días la crónica más importante haya sido la referida a “sobres”
y “em-palma-do”, pero ahora caigo en la cuenta de que no hay corridas de toros
y es necesario buscar una forma de distraer la atención del personal. Por otra
parte, ¿serán capaces los redactores de alguna idea, o como les sirven las
noticias se limitan a aderezarlas con mejor o peor fortuna?
¡Qué pérdida de
tiempo y de energías! Me pregunto si algún día, uno de ésos políticos honrados (que
los hay) tendrá el coraje de enfrentarse a sus compañeros de milicia y decir
¡BASTA! antes de que la muralla de mierda nos caiga encima.
Después de un
rato de charla, me voy con Gaspar a tomar una cerveza y después nos reunimos
con Ana y hablamos otro poco. Se van a comer juntos, así que me despido de
ambos y voy a casa de M y L que me invitan hoy a degustar “dorada a la sal”. Inevitablemente
la comida me conduce a la siesta, no muy extensa, pero sí reparadora.
Vienen los nietos de la familia con los
que estoy unos minutos y después me voy a casa.
De
camino me llama mi viajera esposa y no podemos cruzar más de un par de
palabras, porque se corta la comunicación. Por el tono de voz adivino que todo
va bien y así se lo digo a R que me llama poco después. Todos ellos están bien.
Pongo
en marcha ordenador e impresora y me dedico a hacer pruebas de impresión de dos
páginas por folio, por ambas caras, para confeccionar un pequeño libro, estilo
artesano. Después de varios intentos fallidos lo consigo y tomo nota, aunque no
es adecuado para muchas páginas por la lentitud del proceso.
Dándole
vueltas a alguna de las conversaciones del día, en la que han salido a la
palestra los conceptos: valores éticos, morales, religiosos…recapacito sobre un
recorte de prensa de días antes en el que aparece la foto de un exalto cargo de
una caja de ahorros imputado en los casos de fraude, etc. y el periodista
comenta sobre éste :“…hombre de profundas convicciones religiosas…” y no acabo de entender si el periodista es su
amigo y pretende defenderle expresando que una persona así no puede ser
culpable o, por el contrario, lo que intenta es hacer ver que ésa convicción
era una especie de tapadera para acceder al cargo y lo demás se ha dado por
añadidura. Personalmente creo que, al menos por despreocupación, uno puede ser
culpable si no atiende a los deberes propios de su cargo y admite que le
remuneren.
La
cena de hoy ha sido frugal; manzana y yogur de soja, que compensarán (espero)
el exceso de calorías de la comida anterior.
Me
pongo a escribir el borrador de este diario. En la primera cadena emiten una
película que me permite hacer un paralelismo con la situación actual.
Un
virus ataca a la humanidad y, la mayoría, se convierten en muertos vivientes.
Pequeños grupos no infectados sobreviven como pueden e intentan unirse para,
entre todos, poder defenderse mejor. La élite gobernante vive en su bunker,
totalmente protegida y aislada, evitando todo contacto con la población,
incluidos los grupos no infectados.
La heroína de la película, que forma
parte de uno de estos últimos grupos, no dudará en ofrecerse para remediar la
situación, aún a sabiendas de que puede morir en el intento, cosa que,
finalmente , no sucede y permite (esto se supone, no se muestra explícitamente)
que ésa élite sea derrocada.
Veamos:
élite gobernante en su bunker, los no contagiados sobreviviendo como puede,
grupos aislados, muertos vivientes. ¡corcho! (mi esposa no me deja decir tacos),
¿no es lo que nos está pasando?
Ahora,
una lección de matemáticas. Trataremos sobre la regla de tres simple:
“si una persona toma de otra 500 € y le
imponen una condena de 22 meses de reclusión, ¿Cuál será la condena por tomar
22.000.000 €?
Creo
que me he perdido, porque no entiendo nada.
Hasta
mañana amor mío. No hagas mucho caso de lo que cuento; ya sabes que tengo mucha
imaginación. Buenas noches.
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